El ministro británico de Defensa, Geoff Hoon, ha admitido ante el juez que dos miembros de los servicios secretos mostraron su malestar por el "lenguaje" usado en el informe del Gobierno sobre Irak, aunque ha afirmado que no lo supo antes de su publicación.Hoon se ha convertido hoy en el primer ministro del Gobierno británico en comparecer ante el juez James Hutton, que investiga la muerte del asesor David Kelly, un día antes del esperado testimonio del jefe del Gobierno, Tony Blair.Kelly, un científico que asesoraba en control y proliferación de armas al Ministerio de Defensa, aparentemente se suicidó cuando se supo que era la fuente de una polémica noticia de la BBC, que acusó al Gobierno de "exagerar" la amenaza de Irak en un informe publicado antes de la guerra. Tres horas de declaraciónEn una declaración de casi tres horas, Hoon ha intentado distanciarse del proceso iniciado en su Ministerio que permitió identificar a Kelly como fuente de la noticia de la BBC que acusó al Gobierno de "exagerar" las pruebas contra Irak para justificar la guerra."Rechazo cualquier sugerencia de que hubiera una conspiración para que se divulgase el nombre del doctor Kelly", ha apuntado el ministro ante el juez, al que ha asegurado que sólo después de que el científico falleciera supo que era la fuente de la BBC."Sólo debíamos actuar cuando estuviéramos seguros de que era la fuente", ha dicho.Su calculada comparecencia ante lord Hutton ha tenido como principal objetivo salvar su carrera política, que la mayoría de los analistas británicos dan por perdida a consecuencia de esta crisis, la más seria en seis años de Gobierno laborista.Mientras en la calle manifestantes contra la guerra le gritaban "te van a echar", en el interior del Tribunal de Justicia de Londres Hoon se ha defendido de las críticas que lo acosan, ha afirmado que nunca intentó influir en el controvertido informe sobre Irak y señalaba que en todo momento intentó proteger el "anonimato" de Kelly.La declaración del ministro se produce al día siguiente de que el jefe del Comité de Inteligencia Conjunto, John Scarlett, asumiese su responsabilidad sobre el informe acerca de Irak y negase que el Gobierno le había sometido a presiones.