El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto ha anunciado su apoyo formal a "las legítimas demandas del pueblo" y ha afirmado que está "estudiando las medidas" para salvaguardar los intereses del país. El compromiso figura en el comunicado número 1 del consejo leído por un militar en las cámaras de la televisión pública. El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas ha dicho que se mantendrá en sesión permanente.El comunicado dice textualmente: "Partiendo de la responsabilidad y el compromiso de las Fuerzas Armadas en proteger al pueblo y patrocinar sus intereses y su seguridad, y teniendo interés en la integridad de la patria, los ciudadanos y los logros del gran pueblo egipcio y sus propiedades, y reiterando y apoyando las legítimas demandas del pueblo, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas sesionó hoy jueves, 10 de febrero del 2011, para estudiar la evolución de la situación hasta la fecha, por lo que el Consejo decidió mantenerse en sesión permanente para estudiar las medidas que es posible adoptar para preservar la patria, los logros y las ambiciones del gran pueblo egipcio".Al contrario de las fuerzas policiales, afines al régimen, el Ejército ha mantenido una posición relativamente neutral durante los 17 días de revuelta. Este cambio de postura tiene visos de desbloquear la situación y facilitar la salida del poder del presidente, Hosni Mubarak.Posible anuncioHossan Badrawi, secretario general del Partido Nacional Democrático, ha asegurado a la cadena pública británica que Mubarak "probablemente" se dirija a la nación esta misma noche, en el que sería su dimisión formal en favor del vicepresidente, Omar Suleiman.Sus comentarios se han producido después de que el primer ministro Ahmed Shafiq dijera al servicio en árabe de la BBC que se está considerando la posibilidad de que Mubarak renuncie al poder.Participación sindicalLa participación de los sindicatos en la revuelta y las objeciones del Ejército a desalojar la plaza de Tahrir por la fuerza han acelerado la decisión de que Mubarak sea apartado del poder.El inicio de huelgas en empresas tanto públicas como privadas ha decidido el apoyo del Ejército y el nuevo giro en la crisis institucional que vive Egipto. Con la decisión del Ejército se constata que la marcha de Mubarak, lejos de abrir un periodo de caos, como han manifestado miembros del Gobierno y el propio Mubarak, puede ser una vía de escape a un conflicto enrocado. La oposición, pese a haberse sentado a negociar la transición con el actual Gobierno, también presiona para que la dimisión de Mubarak se haga realidad, aunque no se le exigirá a priori que abandone el país.