La cifra de fallecidos a consecuencia de la represión de las manifestaciones en Libia en demanda de una reforma democrática ascienden ya al menos a 233, según la última cifra facilitada por la organización Human Rights Watch (HRW), que basa el dato en información facilitada por fuentes médicas. La organización humanitaria ha pedido a la Unión Africana y a los países occidentales y árabes a que urjan al régimen de Muamar el Gadafi a detener la represión. La pasada noche la capital del país, Trípoli, ha sido escenario de diturbios y enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad y se han oído disparos. "Se está produciendo una potencial catástrofe para los derechos humanos en Libia", ha señalado Sarah Leah Whitson, directora de HRW para Oriente Medio y el norte de África. "Libia está intentado imponer un apagón informativo, pero no puede esconder la matanza", ha añadido Whitson. La represión del régimen no parece haber hecho mella en los ciudadanos. Cientos de libios, algunos armados con cuchillos y pistolas, han asaltado la sede de una empresa constructora surcoreana en Trípoli. Al menos cinco ciudadanos extranjeros (tres surcoreanos y dos de Bangladés) han resultado heridas, según ha informado este lunes el Gobierno de Seúl. Los asaltantes irrumpieron en la empresa hacia las 23.00 horas de anoche (hora local), se fueron y más tarde volvieron a entrar, enfrentándose a los trabajadores. Incidentes en la capital Las protestas contra Gadafi llegaron la pasada noche al centro de Trípoli y a algunos barrios de la capital, donde se han oído disparos y se han quemado coches y contenedores. Según la cadena qatarí de televisión Al Jazira, al menos dos personas murieron la noche del domingo en la plaza Verde de la capital en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad justo después del discurso televisado del hijo de Gadafi, Seif el Islam, en el que este advertía de que el Gobierno no permitirá el caos. Se han registrado igualmente protestas y enfrentamientos entre manifestantes contra el régimen y partidarios de Gadafi en algunos barrios de la capital, según la cadena. En el centro de Trípoli se escucharon disparos y sirenas de ambulancias. Varias empresas extranjeras, especialmente las grandes petroleras, han decidido evacuar este lunes a sus trabajadores expatriados. Mercenarios extranjeros Según testigos presenciales, al menos 10.000 personas participaron el domingo en las manifestaciones en Bengasi tras los funerales en memoria de las 84 personas muertas la víspera. Los testigos coincidieron en que cuando la marcha llegó a la altura de Katiba El Fadil Bu Omar, un recinto oficial que incluye una de las residencias de Gadafi y que está fuertemente custodiada, oficiales militares con boinas amarillas comenzaron a disparar indiscriminadamente contra la multitud. También Amnistía Internacional ha alertado de la masacre de la represión y ha advertido de que el régimen podría haber contratado a "mercenarios extranjeros" para participar en la represión. "Se está asesinando a un alto número de personas y la situación es progresivamente alarmante", ha apuntado Malcolm Smart, director de AI para Oriente Medio y el Norte de África.