Más de 2.200 delegados de todo el país y más de un millar de periodistas de todo el mundo acuden desde hoy al Gran Palacio del Pueblo, en el oeste de la Plaza Tiananmen, que alberga cada cinco años la semana grande de la política china. Del XVII Congreso del Partido Comunista de China (PCCh) saldrán los delfines que relevarán en el 2012 a la actual cúpula. El cónclave se interpreta como una prueba de fuerza para el presidente y secretario general del partido, Hu Jintao, que pretende vaciar el Comité Permanente del Buró Político (órgano decisorio, formado por nueve miembros) de la herencia de su antecesor, Jiang Zemin.

DOCTRINAS OPUESTAS La pugna representa dos doctrinas opuestas. La del clan de Shanghái , liderada por Jiang, llevó al límite el ultraliberalismo apuntado por Deng Xiaoping, arquitecto de las reformas, con frases como "enriquecerse es glorioso" o "es normal que unos se enriquezcan antes que otros". Hu y Wen Jiabao, primer ministro, llegados a Pekín desde provincias atrasadas, cambiaron el patrón económico para reducir el desnivel entre las ricas ciudades del sureste y el paupérrimo campo.

Conscientes de que las desigualdades ponen en peligro al partido, Hu ha emprendido políticas sociales y acuñado eslóganes como "el pueblo primero" o "nuevo campo socialista". La prensa repite los últimos: "Sociedad armónica" y "crecimiento científico".

El fracaso de Hu pondría en dificultades la continuidad de las políticas sociales. Pero los analistas aseguran que controla los hilos pese a carecer de la fortaleza de líderes como Mao o Deng. Jiang ha perdido fichas últimamente. Su delfín, el exjefe del PCCh de Shanghái, Chen Liangyu, fue defenestrado el año pasado por uno de los casos de corrupción más importantes de los últimos tiempos. El comité permanente ha perdido al viceprimer ministro, Huang Ju, fallecido, y el vicepresidente Zeng Qinghong se ha ofrecido a jubilarse debido a que tiene 68 años.

LAS QUINIELAS En las quinielas, se señala que Hu elevará como sucesor a Li Keqiang, jefe del partido en la provincia norteña de Liaoning. Si le faltaran apoyos o apostara por el consenso sería elegido Xi Jinping, de Shanghái. No se esperan más novedades en el terreno político que el avance en el socialismo con características chinas , según un experto.