El Parlamento húngaro ha aprobado con un amplio respaldo las enmiendas a la polémica ley de medios exigidas por la Unión Europea al Gobierno conservador del país magiar. Los cambios en la ley, duramente criticada por Bruselas al considerar que vulneraba la libertad de prensa, salieron adelante gracias a la mayoría del Fidesz, la formación conservadora del primer ministro Viktor Orbán responsable del texto legal y que en un principio defendió su contenido pese a las críticas comunitarias.

Las enmiendas fueron aprobadas con 258 votos a favor, frente a 65 votos en contra y 38 abstenciones de los partidos opositores, que creen que esas modificaciones no son suficientes y que la norma sigue violando la libertad de prensa.

Los cambios en la llamada ley mordaza, exigidos en enero por la comisaria europea de Agenda Digital, Neelie Kroes, anulan la prohibición de insultar a personas, grupos étnicos y religiosos; en el texto original se dejaba un amplio margen de interpretación al consejo encargado de aplicar la ley.

Los miembros de ese consejo son nombrado en exclusiva por el gubernamental Fidesz, una situación sobre la que la Comisión Europea no tiene competencias. Los cambios sí deberán garantizar que los proveedores de servicios audiovisuales establecidos legalmente y autorizados en otro país de la Unión Europea no puedan ser multados por violar la normativa húngara contra la discriminación.

Finalmente, las enmiendas clarifican que los servicios audiovisuales a la carta o servicios como videoblogs solo tendrán que registrarse después de que empiecen a ofrecer sus servicios, en un plazo de 60 días.

"LA COMISIÓN SEGUIRÁ VIGILANDO DE CERCA"

Por otra parte, Kroes, que ha participado en Budapest en la conferencia Mujeres en la ciencia y la tecnología, ha dicho ante la prensa que la Comisión Europea vigilará el cumplimiento de las enmiendas aceptadas. "La Comisión seguirá vigilando de cerca la situación", ha señalado Kroes, quien ha insistido en que "la aplicación de la ley es más importante que los debates" sobre la misma.

Las enmiendas exigidas por Bruselas tienen el objetivo de que la ley de medios húngara sea compatible con la legislación europea.