Es probable que el cerco sobre Sadam se esté estrechando cada día, como aseguran los militares estadounidenses, pero eso no le impide al depuesto dictador iraquí seguir enviando cintas a las cadenas árabes de televisión para demostrar que sigue vivo. La última fue difundida ayer por los responsables de Al Arabiya, en Dubai, y en ella el expresidente se refirió a un acontecimiento ocurrido hace sólo una semana: la muerte de sus hijos. Dos muertes que, aunque sin decirlo de forma explícita, prometió vengar.

En la cinta, cuya autenticidad no ha sido confirmada, Sadam se lamenta por el fallecimiento de Udai y Qusai, y los califica de "mártires". "Si Sadam Husein tuviera 100 hijos, los hubiera ofrecido todos a la misma causa, que es la causa de la yihad", dijo el dictador. "Todos murieron como mártires", agregó, haciendo referencia a sus dos hijos y a las otras dos personas que fallecieron en la operación de EEUU en Mosul, entre ellos su nieto Mustafá.

DATOS CONCRETOS

En la cinta, Sadam hizo referencias precisas a la operación militar estadounidense que el pasado 22 de julio acabó con la muerte de sus dos hijos. "Al igual que todos los luchadores, Udai y Qusai han combatido valientemente durante seis horas al enemigo, que no consiguió matarles sino cuando utilizó aviones de combate", dice. "Damos gracias a Dios por habernos concedido este honor, su martirio".

"América será derrotada", auguró el dictador. Sin hacerlo explícitamente, Sadam se refirió a los líderes de EEUU, el presidente George Bush, y del Reino Unido, el primer ministro Tony Blair, responsables de la invasión a Irak. "Los dos mentirosos, sus asesores y sus hijos serán derrotados, y los sionistas también serán derrotados". Como es tradicional en sus mensajes, el expresidente también habló de la lucha del pueblo palestino. "Viva Palestina libre desde el mar (Mediterráneo) hasta el río (Jordán). Y viva Irak".

Con la de ayer son cinco las cintas que el dictador ha enviado a las cadenas de televisión árabe en los últimos 30 días, y la primera en la cual alude a un acontecimiento de tan breve data.

En otro orden de ideas, Bush rechazó ayer la solicitud del Gobierno saudí de divulgar la totalidad del informe sobre el 11-S elaborado por un comité de investigación del Congreso norteamericano. "Estamos llevando a cabo una guerra contra Al Qaeda y el terrorismo, y desclasificar todo el documento podría revelar fuentes y métodos que dificultarían ganar esta guerra", declaró Bush.

Riad hizo esta solicitud tras conocerse parte del informe, en el que integrantes de su Gobierno aparecían involucrados con los atentados del 11-S.

EL JUEGO DEL PENTAGONO

Por otra parte, una oficina del Pentágono, dirigida por John Poindexter, un militar implicado en el escándalo de venta de armas a Irán, el Irangate, ideó un juego para tratar de prevenir atentados. Pero la polémica alcanzó ayer tales proporciones que el Pentágono anunció la anulación del programa experimental de lucha antiterrorista.

El juego, denominado Mercado sobre el futuro de Oriente Próximo , ofrecía a un millar de anónimos especuladores a través de internet la posibilidad de invertir una cantidad de dinero no especificada para evaluar las probabilidades de que un primer ministro de la región pudiera ser asesinado, de que se produjera un golpe de Estado y cualquier otra incidencia en la zona. El sistema enfureció a los senadores demócratas Byron Dorgan y Ron Wyden, que desataron una cruzada contra el juego, al que tildaron de "repugnante y grotesco".