Las autoridades iraquíes y estadounidenses inauguraron hoy la nueva sede de la embajada de EEUU en Bagdad, una de las mayores del mundo, en una ceremonia que se celebró en medio de estrictas medidas de seguridad.

Al principio del acto, asistido por el presidente iraquí, Yalal Talabani, se izó la bandera de EEUU delante de la puerta interior del edificio, localizado en la denominada "zona verde" -altamente protegida-, en el corazón de la capital.

El embajador estadounidense en Irak, Ryan Crocker, aseguró en un discurso que su país respetará el acuerdo de seguridad firmado con Irak, que permite la permanencia de las tropas norteamericanas en el país árabe hasta finales de 2011.

Además, reiteró el compromiso de Estados Unidos en ayudar a las tropas iraquíes en llevar a cabo su responsabilidad militar y de seguridad. "Nuestras relaciones conjuntas continuarán a través de la aplicación de las cláusulas de los acuerdo de seguridad y de la estrategia, a través de los cuales Irak inició una nueva época de sus relaciones con nosotros", agregó Crocker.

Por su parte, Talabani afirmó que "el nuevo edificio de la embajada estadounidense no se considera sólo como una sede del Gobierno de EEUU sino, además, como una expresión de la amistad conjunta entre ambos Gobiernos y ambos pueblos".

Según fuentes estadounidenses en Irak, la nueva sede ha costado alrededor de 750 millones de dólares e incluye 27 edificios separados y una residencia, cuyos techos y paredes están protegidos de las explosiones.

El personal de esta embajada se compone de más de cuatro mil funcionarios y administrativos, según las fuentes.

La seguridad de la "zona verde", donde se encuentra la embajada, fue trasladada el pasado primero de enero a las fuerzas iraquíes, de acuerdo con el pacto de seguridad que entró en vigor este mes.