El puesto de control de Jarinje, en la frontera entre Kosovo y Serbia, ha sido objeto de un atentado y está en llamas, informó hoy la policía kosovar, que ha calificado el incidente de "serio". Los periodistas que se habían acercado al lugar de los hechos han sido evacuados mientras helicópteros de las KFOR, las fuerzas de la misión de la ONU en Kosovo, estaban sobrevolando la zona. Según la agencia de noticias Beta, con sede en Belgrado, testigos dijeron haber oído disparos de armas automáticas. También se habla de cócteles Molotov que cayeron en las cercanías de un campo de las KFOR, y luego se oyó una explosión, tras lo cual se vio elevarse un humo negro del lugar. Varios centenares de personas se encontraban en el puesto de control. Algunos medios serbios informaron de que un grupo de varias docenas de jóvenes fueron los autores del incidente, que se inició hacia las 17.00 GMT. La agencia de noticias Tanjug informó de que su reportero gráfico sufrió una lesión en la cabeza cuando un desconocido le dio un golpe con la cámara en la carretera que lleva de la localidad norteña kosovar de Leposavic hacia el paso de Jarinje. Desde Belgrado, el presidente serbio, Boris Tadic, pidió esta noche el cese inmediato de la violencia en el paso de Jarinje y el establecimiento de la calma en el norte de Kosovo. Según informó la oficina de prensa del presidente, Tadic declaró que aquellos que causan la violencia no defienden a los ciudadanos ni al Estado serbio. Las tensiones en el norte de Kosovo se agudizaron el lunes, cuando las autoridades de Pristina enviaron fuerzas especiales de la policía para intentar hacerse con el control de los puestos fronterizos de Jarinje y Brnjak. La Eulex, la misión policial de la Unión Europea en Kosovo, se mostró hoy en un comunicado "muy preocupada" por la situación y llamó a las partes implicadas a mantener la calma y volver a la mesa de negociaciones para alcanzar un acuerdo de libre comercio entre Kosovo y Serbia. Los incidentes de esta noche se producen después de que la policía kosovar anunciara por la mañana que las fuerzas especiales que ocuparon el lunes los pasos fronterizos con Serbia se habían retirado de la zona. "Las fuerzas especiales han cumplido su misión. Fueron desplegadas en los pasos fronterizos y han puesto la situación bajo control. Han posibilitado que la Policía de fronteras y los aduaneros hagan su trabajo", anunció un portavoz policial. El despliegue fue justificado por el Gobierno de Pristina en la necesidad de aumentar el control aduanero, después de que Kosovo prohibiera la pasada semana la importación de mercancías serbias. Kosovo ha prohibido la entrada de bienes serbios en respuesta al veto a sus productos impuesto por Serbia, que no reconoce la soberanía de su exprovincia ni sus símbolos estatales, como los sellos aduaneros. Pese a la prohibición, las mercancías serbias habían seguido entrando por los pasos fronterizos del norte de Kosovo, donde se concentra la mayoría de población serbia, que sigue fiel a Belgrado.