Cientos de turistas a quienes se les pidió que abandonaran el Caribe mexicano ante el avance del huracán "Dean" sufrieron hoy retrasos, incertidumbre y frustración en el aeropuerto de Cancún, en busca de una salida anticipada por la proximidad del ciclón. "No sé cuando sale mi vuelo, ¿a quién le pregunto? ¿a dónde llamo? ¿qué pasa si el huracán destruye todo?", se quejaba al borde de la desesperación Rosa Bailén Corella, una turista de Valencia que desde hace un mes visitaba con su novio varios estados del sureste mexicano.

Bailén lleva horas haciendo cola delante de una ventanilla de Air Europa con la esperanza de que le adelanten su vuelo, programado para el martes a las 20.00 horas, justo el día en que los pronósticos apuntan a que "Dean" tocará las costas de México. "Estamos en un hotel pequeño de Cancún, preparamos comida y agua para pasar el huracán, pero nuestro problema es que nadie nos garantiza cuándo nos vamos", explicó a Efe Bailén.

"La empresa de aviación nos dice que es un fenómeno meteorológico y no se hace cargo de nada", se lamenta Francisco Martí Cuevas, su novio, molesto con la situación. Ambos se encuentran en México desde el 25 de julio y el dinero se les ha agotado. La empresa turística de la que dependen les ofrece una posibilidad: pagar 3.000 euros y salir de Mérida con destino a Madrid. "Es imposible", dice la mujer. Casos como éste son los menos pero han generado incertidumbre entre los turistas que tratan de dejar México.

Datos de la Secretaría de Turismo de Quintana Roo apuntan a que de los más de 80.000 turistas que había en el estado, se han marchado ya por distintos medios unos 47.000 y que unos 30.000 podrían hacerlo mañana. Con eso seríanmenos de 10.000 los que permanecerían en el estado para la fase más cruda de la emergencia.

Colas para salir del país

En el aeropuerto de Cancún se vieron ayer largas colas de turistas esperando sus vuelos de salida y otros esperando que alguien les asegurase un lugar en los vuelos para partir. Muchos están sentados en el suelo, leyendo, jugando a las cartas o comiendo, a la espera de que el destino les ofrezca una salida que cada hora que pasa es menos probable.

"Dicen que los extranjeros tenemos preferencia por nuestra situación", explica Bailén, pero sabe que es imposible determinar el grado de veracidad de esa promesa. Otro viajero, el barcelonés Sergio Martínez, tiene mejor semblante. Agradece haber podido adelantar su vuelo tres días, tras haber permanecido una semana en Playa del Carmen. "Nos hemos librado por poco" (él y su novia), dice Martínez, al que el hecho de querer regresar antes le ahorró un problema. Esa buena noticia alivió incluso lo que no le gustó tanto de esta visita a México: "El mar no estaba tan bien como nos dijeron porque estaba revuelto", explica.

El portavoz del aeropuerto de Cancún, Eduardo Rivadeneyra, reconoce que se han dado varios casos de turistas que han llegado a buscar vuelo sin tener un pasaje confirmado, y les insta a que no lo hagan. "Que no vengan si no tienen el vuelo confirmado", dice el representante aeroportuario: "no hay lugares y van a esperar en vano".

Las últimas cifras apuntan a que en el fin de semana se hicieron 644 operaciones aeroportuarias y con una particularidad: los aviones llegaban al 50 por ciento de ocupación y se iban llenos de quienes tratan de evitar que "Dean" les estropeé las vacaciones. Según los últimos pronósticos, el huracán no afectaría tanto a Cancún y Playa del Carmen, destinos ubicados en el norte de la península de Yucatán, sino a los del sur de Quintana Roo, en particular al municipio de Felipe Carrillo Puerto, una zona con menos turismo.

En el caso de los turistas españoles, fuentes diplomáticas españolas dijeron a Efe que las "7.000 u 8.000 personas, según las estimaciones mexicanas", que podría haber, están "repartidas en distintos hoteles". Durante todo el día contactaron con algunos de los 80 hoteles de cadenas españolas que hay en Cancún y en la Riviera Maya para determinar el número de personas que hay. Sin embargo, la labor no ha sido fácil porque muchas personas están siendo evacuadas de las zonas más expuestas al huracán a los hoteles más seguros.