Un día después del doble atentado que azotó el centro de Bombay, las acusaciones contra Pakistán se multiplicaron ayer. Durante su visita a la Puerta de la India y al Bazar Zaveeri, lugares donde estallaron las bombas colocadas en dos taxis, el viceprimer ministro y ministro del Interior, Lal Krishna Advani, acusó al país vecino de fomentar una "guerra de terrorismo".

Para Advani, la condena de los atentados hecha por el Gobierno de Islamabad es un "puro formalismo". El viceprimer ministro exigió a Pakistán la extradición a la India de 19 personas sospechosas de terrorismo acusados de los atentados de Bombay de 1993, como prueba de su colaboración.

Por su parte, Chagan Bhujbal, ministro del Interior del estado de Maharashtra --cuya capital es Bombay-- no descartó que los autores del atentado fueran militantes islamistas locales estrechamente ligados con algún grupo terrorista paquistaní. Las sospechas recaen en Lashkar-e-Taiba (un grupo separatista de Cachemira, con base en Pakistán) y el Movimiento Estudiantil Islámico de la India (SIMI).

Bhujbal se mostró en cambio más convencido de que los atentados están relacionados con la ola de violencia antimusulmana que tuvo lugar el año pasado en el estado de Guyarat, y que causó la muerte a cerca de 2.000 personas. "Los atentados de Bombay se produjeron en áreas dominadas por los guyaratis. Esto es una consecuencia de los disturbios de Guyarat", afirmó. Los incidentes de Guyarat se produjeron en revancha por el incendio que arrasó un tren lleno de peregrinos que iban a la ciudad santa de Ayodhya.

CRECE EL NUMERO DE VICTIMAS El número de víctimas mortales provocadas por el doble atentado se incrementó a 52 en las últimas horas. Parece confirmarse que entre los fallecidos no hay ningún turista extranjero. El consulado español ha confirmado también que no hay ningún ciudadano español entre los heridos.