E l indulto concedido el lunes por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a 110 opositores, algunos de ellos encarcelados, y otros en el exilio o bajo medidas cautelares, debilita aún más la estrategia de los sectores radicalizados que, con el diputado Juan Guaidó a la cabeza, han buscado desde principios del 2019 forzar la salida del Gobierno a caballo de las sanciones económicas internacionales. A la vez, el madurismo aspira a dar una mayor legitimidad a los comicios parlamentarios del 6 de diciembre. La participación en la contienda divide a la oposición y el Gobierno ha ahondado esa grieta en las últimas horas.

Según el analista político Pablo Quintero, en este nuevo escenario vuelve a emerger la figura de Henrique Capriles, quien ha pedido públicamente al antimadurismo revisar su hoja de ruta después de meses de frustraciones. Con esa solicitud, Capriles se ha alejado más de Guaidó, el legislador al que Estados Unidos y otros 54 gobiernos reconocieron como «presidente encargado» y cuya popularidad, de acuerdo con una reciente encuesta de Datanalisis, no supera el 17%.

El excandidato a presidente decidió profundizar las diferencias haciendo suyo un tuit de Josep Borrell, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores. «La excarcelación de un considerable número de presos políticos y diputados perseguidos en Venezuela es una buena noticia y una condición sine qua non para seguir avanzando en la organización de unas elecciones libres, inclusivas y transparentes». Capriles cree conocer los riesgos de su gesto político. «Sabemos a qué nos enfrentamos. Aun así tenemos la esperanza de que se abran caminos para que los venezolanos decidan su futuro en paz».

La alta comisionada de la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, valoró también los «esfuerzos en favor de la apertura del espacio democrático». El director vicepresidente del Foro Penal, Gonzalo Himiob, recordó que todavía hay 336 presos políticos en el país.

El Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación de España señaló «positivamente» la decisión del presidente venezolano, en un mensaje en Twitter.

María Corina Machado, quien está aún más inclinada a la derecha que Guaidó, volvió a pedir la intervención militar norteamericana. El delegado de Donald Trump en asuntos venezolanos, Elliot Abrams, consideró que vive en un «realismo mágico». Machado le respondió al halcón republicano: «La fantasía es creer que el régimen va a salir por otro mecanismo». H