El nombre de José María Aznar -protagonista junto al exprimer ministro británico Tony Blair y el expresidente estadounidense George Bush en la cumbre de las Azores, en la que se decidió la intevención de Irak- aparece citado en 24 ocasiones a lo largo de los 12 volúmenes del informe Chilcot. A través de esas menciones, la comisión no otorga a Aznar un papel protagonista en la toma de decisiones sobre la invasión pero sí queda de manifiesto que apoyó la intervención en todo momento y sus esfuerzos por aparentar que fue legal.

El informe relata algunas de las conversaciones y encuentros que mantuvieron Blair y Aznar en las semanas previas a la guerra. Así, se refiere a una entrevista en Madrid en enero del 2003, casi dos meses antes de la invasión, en la que Blair insistió ante Aznar en la necesidad de una resolución de la ONU que dotara de legalidad internacional una intervención en Irak.

En el Consejo de Seguridad

España ocupaba entonces un asiento no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU y pretendía utilizar su influencia sobre los países latinoamericanos que también se sentaban entonces en el organismo de Naciones Unidas.

"En conversación con el primer ministro Aznar, el señor Blair estuvo de acuerdo en que dicha resolución debería estar establecida como muy tarde el 24 de febrero", recoge en un momento el informe Chilcolt. Sin embargo, el 11 de marzo del 2003, el expresidente del Gobierno español comunicó a Blair que era mejor no tratar de conseguir la resolución pues no había garantías de éxito de que esta fuera aprobada. Sus gestiones ante los países latinoamericanos habían fracasaso.

El 16 de marzo, en la cumbre de las Azores, Bush Blair y Aznar dieron luz verde a la intervención en Irak sin el amparo de las Naciones Unidas. Pero el informe constata que si Bush decidió retrasar la guerra hasta marzo no fue por esperar a la resolución, sino porque sus militares le pidieron más tiempo.

Otra de las referencias a Aznar se refirere otra reunión que mantuvo con Blair el 27 y el 28 de febrero del 2003. En esa cita ambos acordaron poner en marcha una "estrategia de comunicación que mostrara que hacían todo lo posible para evitar la guerra", debido a que las opiniones públicas de sus respectivos países estaban mayoritariamente en contra.

El expresidente del Gobierno español jamás se ha disculpado por la guerra de Irak.