El exprimer ministro británico David Cameron es “responsable” en buena media de la debacle en Libia y el ascenso del Estado Islámico en la región. La intervención del Reino Unido, junto al Gobierno de Francia de Nicolás Sarkozy en el 2011, se realizó sin los análisis adecuados por parte de los servicios secretos. Lo que era una labor humanitaria se convirtió en una acción militar para cambiar el régimen. Tampoco se asumió la responsabilidad de ayudar a reconstruir el país tras la caída de Muamar el Gadafi. Ese cúmulo de errores provocaron el hundimiento del Estado, poniendo al país en situación de guerra civil, un caos que aún persiste.

A esa y otras conclusiones ha llegado una investigación del parlamento británico, sobre la intervención que acabó derribando a Gadafi. El durísimo informe del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes, acusa a Cameron, entonces, primer ministro con poca experiencia, de emplear una“política oportunista”, transformando lo que era una intervención destinada a proteger a la población civil “en un cambio de régimen”. Además de eso, el Comité señala que la operación en Libia se realizó “sin una información correcta de los servicios de inteligencia”.

El Gobierno “no identificó a las facciones islamistas radicales existentes en el seno de la rebelión” contra Gadafi. “La estrategia del Reino Unido estuvo fundada en postulados equivocados y en un análisis parcial de las pruebas”. Esos elementos y la falta de un proyecto para ayudar a la reconstrucción del país, “desembocó en un colapso político y económico, en la guerra entre milicias y entre los grupos tribales, en crisis humanitarias y de inmigrantes, en el aumento de las violaciones de los derechos humanos, en la dispersión de las armas del régimen de Gadafi por la región y en el crecimiento de (Isis) en el norte de África”.

Se calcula que Gadafi y los suyos poseían armas y municiones por valor de 35.000 millones de euros en sus arsenales. “La incapacidad de la comunidad internacional de proteger las armas abandonadas por el régimen de Gadafi ha atizado la inestabilidad en Libia y permite e incrementa el terrorismo a través del norte y el Oeste de África y en Oriente Medio”, afirma la investigación. Cameron es “el responsable último del fracaso para desarrollar una estrategia coherente en Libia”, concluyen los diputados. El exprimer ministro, que el lunes anunció su retirada de la política, no quiso prestar testimonio ante le Comisión, alegando problemas de agenda.

CINCO AÑOS DE CAOS

Una coalición internacional liderada por el Reino Unido y Francia lanzó una ofensiva aérea, apoyada por misiles contra las fuerzas de Gadafi en marzo del 2011 después de que el régimen amenazara con atacar la ciudad rebelde de Bengazi. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas autorizó los ataques aéreos. Estados Unidos también jugó un papel clave en la intervención, siendo Secretaria de Estado Hillary Clinton. Cinco años más tarde el caos sigue reinando el Libia, un país rico en petróleo, en el que el gobierno de unidad nacional, apoyado por la ONU, instalado en Trípoli desde marzo, no consigue imponer su autoridad sobre el conjunto del país.

El documento de los diputados, de 49 páginas, es similar al informe Chilcot, la investigación sobre la guerra de Irak en el que se criticaba con severidad las decisiones tomadas por Tony Blair. Las conclusiones sobre Libia coinciden con lo afirmado por el presidente americano, Barack Obama, quien calificó la intervención de “show de mierda” y reprochó a ambos, franceses y británicos, el haber perdido interés en Libia después de la caída de Gadafi.