En uno de los campos de golf más famosos del mundo se decide desde ayer la restitución de la autonomía en Irlanda del Norte, suspendida hace cuatro años. El primer ministro británico, Tony Blair, y su homólogo irlandés, Bertie Ahern, presiden hasta mañana en la localidad escocesa de Saint Andrews una ronda de intensas negociaciones con los unionistas del Partido Democrático del Ulster, liderados por Ian Paisley, y los republicanos del Sinn Féin, con Gerry Adams al frente.

Hasta el momento, Paisley, que deberá dirigir el futuro ejecutivo con el jefe negociador del Sinn Féin, Martin McGuinness, se niega a formar Gobierno. Las autoridades británicas han puesto como fecha límite el 24 de noviembre para lograr un acuerdo o, de lo contrario, dicen que cerrarán Stormont y dejarán de pagar a los 108 diputados de la Asamblea, que cobran desde el 2002 sin trabajar.

Aunque los principales obstáculos han sido eliminados, nadie espera que se produzca la culminación de un proceso de paz que comenzó hace 13 años. Lo que Blair y Ahern buscan es un consenso suficientemente sólido y ninguna de las partes implicadas descarta una segunda ronda de discusiones, a celebrar posiblemente en Londres.