Las limitaciones de la soberanía supuestamente plena que EEUU va a traspasar a Irak el 30 de junio están creando ya tensiones entre Bagdad y Washington. Según publicó ayer The Washington Post, el Gobierno interino iraquí se resiste a la petición de EEUU de que se dé inmunidad a los civiles de EEUU que trabajan en Irak a través de empresas privadas subcontratadas por Washington.

Dos de esas empresas estuvieron implicadas en las torturas de Abú Graib. Mientras que siete reservistas del Ejército se enfrentan a cargos por los abusos, los agentes privados de seguridad están libres de acusación. EEUU quiere igualar, en la ley iraquí, la situación de los agentes privados a la de la tropa. I. N.