Los inspectores de la ONU llevan varios días concentrando la mayor parte de sus investigaciones en averiguar si el régimen de Sadam posee misiles de un alcance superior a los 150 kilómetros, el máximo que se le permite desde la guerra del Golfo. De los 10 lugares visitados ayer por los inspectores, la mayoría estaban vinculados a la fabricación de misiles. En todas las fábricas, los inspectores instalan mecanismos de control, que les permitirán saber si en un futuro Irak intenta fabricar misiles o realiza otra actividad prohibida.

Cuando presentó el informe de 12.000 páginas sobre su programa de desarme, Bagdad advirtió de que tal vez alguno de los misiles que conservaba tuviera un alcance ligeramente superior a los 150 kilómetros. Sin embargo, el jefe de la Unmovic, Hans Blix, indicó en su último informe que el alcance era de 183 kilómetros.