Un grupo de insurgentes mató a seis civiles, hirió a otros dos y secuestró a un funcionario de distrito en el provincia de Parwan (noreste de Afganistán), informó hoy la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la OTAN en un comunicado. Los sucesos ocurrieron ayer en el distrito de Sia Gird, cuando los talibanes atacaron con armas de fuego a un convoy de vehículos en los que viajaban trabajadores de una compañía constructora, aseguró en su nota la ISAF.

La Policía afgana respondió al ataque y obligó a los insurgentes a huir, pero no pudo evitar que los insurgentes secuestraran durante su retirada al fiscal del distrito. "Estos insurgentes han escogido seguir el reciente consejo del mulá Omar de intentar capturar o matar a civiles inocentes que trabajan para la coalición o el Gobierno", aseguró en la nota el director del centro de operaciones conjuntas de la ISAF, Rafael Torres.

Un total de 1.074 civiles murieron en el primer semestre del año víctimas de la guerra afgana, un aumento del 1,3 por ciento respecto al mismo período del año anterior, según datos de la organización independiente Afghanistan Rights Monitor (ARM). El último gran ataque contra civiles se produjo el pasado viernes en la aldea de Regi, situada en la provincia de Helmand (sur), donde, según dijo el presidente afgano, Hamid Karzai, murieron 52 civiles víctimas de proyectiles de la ISAF.

La ISAF replicó ayer en una nota que las "especulaciones" sobre víctimas civiles son "infundadas" y que las investigaciones iniciadas junto al Gobierno de Afganistán al respecto no han arrojado hasta ahora "pruebas de civiles heridos o muertos". La organización sí reconoció que sus fuerzas participaron en una operación conjunta registrada diez kilómetros al sur de Regi, en la que murieron seis supuestos insurgentes, entre ellos un cabecilla, que fueron alcanzados por misiles lanzados desde helicópteros.

Las fuerzas de la ISAF y del Ejército afgano fueron atacadas con ametralladoras y lanzagranadas, y optaron por hacer frente a los disparos con helicópteros y misiles de precisión, afirmó la organización en su comunicado. La ISAF especificó que todos los disparos dieron contra el "objetivo" pretendido. La acusación de Hamid Karzai ha llegado en medio de la polémica por la filtración de documentos militares estadounidenses que reflejan muertes de civiles en Afganistán que no han salido a la luz.