Rociaremos los colegios electorales con bombas, fuego de mortero y cohetes". Esta es una parte del mensaje que los rebeldes iraquís distribuyeron ayer por un barrio de Bagdad. En el texto, los insurgentes amenazan de muerte a todos aquellos que acudan a votar el domingo, a los que acusan de participar en "una conspiración de los cruzados para ocupar la tierra del islam". La amenaza también alcanza a las familias de los votantes.

En las octavillas que repartieron en el barrio de Rashad, al este de la capital, los rebeldes prometen "inundar las calles de Bagdad con la sangre de los votantes" el día de las elecciones, y advierten a los iraquís de que deben permanecer lejos de los centros de voto si no quieren ser blanco de atentados. "Hemos preparado coches bomba, cohetes y morteros para cada colegio electoral", reza el texto, que no lleva la firma de ningún grupo armado. Los insurgentes afirman que las drásticas medidas de seguridad impuestas por las autoridades no servirán de nada.

El reparto de panfletos dio lugar a un tiroteo entre rebeldes y las fuerzas de seguridad. Después, otro grupo de insurgentes atacó a varios agentes que iban a inspeccionar un coche sospechoso de contener explosivos. También en Bagdad, hombres armados dispararon contra soldados de EEUU tras volar la puerta de una escuela que supuestamente iba a ser utilizada como centro electoral. El saldo fue de 11 policías y un insurgente muertos.

SECUESTRADO Entretanto, la cadena árabe de televisión Al Jazira difundió ayer un vídeo en el que aparece el rehén estadounidense Roy Hallums, de 56 años, secuestrado a principios de noviembre pasado en Bagdad. A Hallums se le ve sentado mientras un arma le apunta en la cabeza. El rehén implora la ayuda de los dirigentes árabes, en especial del libio Muamar Gadafi, porque, según dice, "es conocido por ayudar a los que sufren". Hallums dice que no espera nada del presidente de EEUU, George Bush, al que acusa de egoísta y de mostrar frialdad hacia todas las personas que "han sido empujadas" al que calificó como "lugar horrible".

En Bagdad, unos desconocidos mataron al secretario general del Consejo de Jueces del Ministerio de Justicia iraquí. Las tropas de EEUU, por su lado, perdieron a seis soldados, cinco de ellos en un accidente de circulación, y el otro en combate.

Mientras, el primer ministro Iyad Alaui se mostró ayer contrario a fijar una fecha para la retirada de las tropas extranjeras, al menos hasta que Irak no cuente con unas fuerzas propias capaces de garantizar la seguridad. También desaconsejaron la salida de los soldados estadounidenses los exsecretarios de Estado estadounidenses Henry Kissinger y George Shultz.