La oleada de detenciones en contra de supuestos militantes integristas, llevada a cabo en los últimos días por las fuerzas paquistanís, provocaron ayer manifestaciones de protesta en muchas ciudades del país. El presidente Pervez Musharraf defendió ayer estos arrestos para combatir el terrorismo, pero advirtió que el Reino Unido "tiene también mucho que hacer en contra del extremismo".

La operación, que aún continúa, en la que han sido detenidos más de 200 responsables y estudiantes de las madrasas (las escuelas coránicas acusadas de adoctrinar a los extremistas) ha sublevado a los fundamentalistas. La coalición Mattahida Majlis--e--Amal, que agrupa a seis partidos islámicos, denunció que los arrestos responden al deseo de "satisfacer a Washington y Londres", e hizo un llamamiento a sus partidarios a manifestarse hoy "para condenar los atentados de Londres y la ola de arrestos arbitrarios". Sin embargo, ya hubo protestas ayer.

CAMPAÑA ANTITERRORISTA El Gobierno paquistaní defendió ayer estas actuaciones para luchar contra el terrorismo y dijo que era sólo "el principio de una campaña contra el terrorismo". En un mensaje televisado, el presidente Musharraf invitó al Reino Unido a "luchar juntos en contra del terrorismo islamista hasta que éste sea derrotado".

Musharraf, no obstante, denunció: "En el Reino Unido hay organizaciones, como el Hizbul Tahrir et Al-Muhajiroun, que operan con total impunidad". "Ciertamente tenemos un problema en Pakistán que nos esforzamos en resolver, pero el Reino Unido también tiene mucho por hacer en contra del extremismo", advirtió el general.