El torrente de insultos entre los candidatos en liza, una de las características de la campaña italiana recién finalizada, se prolongó hasta el último día. Margherita Boniver, viceministra de Exteriores, comentó la baja causada por Prodi en un programa de Mediaset diciendo que le recordaba a "aquel marido que, para despreciar a la esposa, se corta el pene". Roberto Calderoli, ministro de Justicia, liquidó la propuesta progresista de legalizar las parejas de hecho y gays diciendo que "ya vale de privilegios para los maricones". "Prodi es un conejo, y los conejos no pueden gobernar el país", dijo el conservador Renato Schifani.

Los progresistas tampoco se quedaron cortos. "Calderoli es un bufón", dijo Massimo dIAlema. "Berlusconi es un loco que piensa ser Moisés y Dios al mismo tiempo", soltó el radical Daniele Capezzone. R. D.