El Internacional de Porto Alegre destrozó los pronósticos de los especialistas y se proclamó campeón del Mundial de Clubs disputado en la ciudad japonesa de Yokohama tras superar a un Barça que careció de pegada y al que ha faltado esta vez la magia de Ronaldinho.14 años después de que el dream team de Johan Cruyff dejara escapar la Copa Intercontinental al verse sorprendido por el Sao Paulo de Rai, la historia se ha vuelto a repetir.Un balón descolgado del cielo de Yokohama permitió a Iarley, la estrella de la final, el hombre que suplantó a Ronaldinho, iniciar la jugada de su vida que le dio al Internacional de Porto Alegre el gol que dejó al Barça sin corona mundial.Iarley quebró la defensa azulgrana en un par de ocasiones antes de asistir a Adriano para que éste marcara el gol que echó al Barcelona de la cumbre. En un partido donde no hubo fútbol, el Inter no solo fue el más listo, sino también el más certero. Esperó, esperó y esperó hasta que derribó al campeón europeo.Una trampaEl Internacional convirtió el césped de Yokohama en una trampa constante. Los brasileños maniataron al campeón de Europa. No crearon demasiado peligro -todo se reducía a disparos lejanos desde fuera del área-, pero el Barça no se sentía cómodo. En pocas palabras, no era el Barça de los últimos partidos.En el primer cuarto de hora de juego, el Barça convirtió la banda derecha en una autopista para Zambrotta y Giuly, pero sus continuos centros no llegaron a conectar con Ronaldinho y Gudhonsen, bien vigilados por la ordenada zaga brasileña.La primera ocasión clara para el Barça llegó en el minuto 18, al repeler el portero del conjunto colorado sendos disparos seguidos de Giovanni van Bronckhorst y Ronaldinho.Poco después, se reclamaron dos penaltis en el área del Inter, tras una entrada por detrás de Ceara a Gudjohnsen.A falta de diez minutos para el descanso Ronaldinho hizo que el estadio cantara gol con un disparo lejano y raso que se marchó fuera pegado a la cepa del poste. El Inter se fue al vestuario después de avisar de que seguía ahí con un tiro alto de Indio.Ni rastro de RonaldinhoComo pretendía el Inter, el no partido de fútbol se prolongó en la segunda mitad, con la súbita desaparición de Ronaldinho. Ni rastro del mejor en los últimos 45 minutos, ni rastro del Barcelona, a pesar de que Rijkaard recurrió a la fórmula de los tres pequeños con la entrada de Xavi para unirse a Iniesta y Deco. Cuando parecía que el encuentro se volcaba del lado azulgrana, el Inter armó un contraataque que resultó letal. Corría el minuto 82, Rubens Cardoso aguantó el balón y logró superar a Puyol, el último hombre del Barcelona. A su lado vio a Adriano que entraba como un rayo y éste recogió el balón dentro del área y lo cruzó sin que Valdés nada pudiera hacer.Rozando el paloPoco después, Ronaldinho pudo haberse erigido en salvador del Barça al ejecutar una falta pegada a la frontal del área, pero su disparo se marchó fuera rozando el palo.El Inter encontró el botín que esperaba, desnudando al Barcelona con la vieja arma de que si no tienes mucha técnica, pelea, presiona y corre más que el rival. Así fue, y así le quitó al campeón de Europa la corona que soñaba.FICHA TÉCNICAInternacional: Clemer; Ceara, Indio, Rubens Cardoso, Fabiano Eller; Wellington Monteiro, Alex (min. 45, Vargas), Edinho; Fernandao (min. 75, Adriano), Iarley y Alexandre Pato (min. 60, Luiz Adriano).Barça: Víctor Valdés; Márquez, Puyol, Van Bronckhorst, Zambrotta (min. 45, Belletti); Deco, Iniesta, Motta (min. 58, Xavi); Ronaldinho, Giuly y Gudjohnsen (min. 87, Ezquerro).Goles: 1-0, min. 82: Adriano.Árbitro: Carlos Batres (GUA) amonestó con tarjeta amarilla a Indio (min. 45), Motta (min. 55), y Adriano (min. 84).Incidencias: final del Campeonato Mundial de Clubs de la FIFA. El Estadio Internacional de Yokohama registró un lleno total, con más de 67.128 espectadores y una temperatura de unos 5 grados. El partido contó con la presencia de la princesa Takamado, en calidad también de presidenta de honor de la federación japonesa de fútbol, y Joseph S. Blatter, presidente de la FIFA.