Un total de 1.886 personas fueron afectadas esta semana por un brote epidémico en la ciudad de Ovalle, en el norte de Chile, aparentemente "por la falta de cloración del agua potable", informaron hoy fuentes oficiales.

El ministro de Salud chileno, Jaime Mañalich, decretó alerta en la zona y no descartó que se puedan presentar nuevos casos.

Las autoridades todavía no tenían claridad respecto a la causa que pudo provocar este brote epidémico, aunque el ministro de Salud, Jaime Mañalich dijo esta noche que se trataba de un brote de "norovirus", presuntamente por falta de cloro en el agua potable.

"Nos encontramos conque en lugar de descender los casos, siguen aumentando. Tenemos la obligación de recurrir a una alerta sanitaria para poner control en esta situación", declaró hoy el ministro antes de viajar a la zona.

Desde este martes, personas con síntomas de intoxicación empezaron a llegar en masa a los consultorios médicos de la ciudad.

"Se han registrado alrededor de 800 pacientes que consultaron en el servicio de urgencia del hospital. Pero de esos, solamente alrededor de 200 pacientes, efectivamente, tienen dolor abdominal, o tiene vómitos, o tiene diarrea", comentó Osvaldo Iribarren, secretario regional ministerial de Salud (Seremi) de Coquimbo, a la página digital de La Tercera.

Las autoridades comunales decidieron cancelar las clases durante este jueves y viernes, para todos los colegios de la zona, mientras no se tuviera claro cómo se transmite la intoxicación.

La situación parece estar mejorando durante las últimas horas, según fuentes médicas.

La tasa de retorno de los pacientes atendidos alcanza sólo el 0,1%. Las consultas hospitalarias a causa de la epidemia han disminuido un 60 % en las últimas 24 horas.

"El comportamiento de este brote epidémico era lo que nosotros estábamos esperando desde el punto de vista teórico. Es un cuadro clínico que se desarrolla aproximadamente de 72 horas y en algunos casos excepcionales, hasta de cuatro días", dijo Seremi.