"Ustedes, TV Globo, todo el tiempo hacen de mi vida un infierno, mierda! Ahora me vinculan a la muerte de Marielle (Franco), infames, canallas! No va a funcionar, no tengo motivo para matar a nadie en Río de Janeiro". Así se ha expresado este miércoles el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, preso de la cólera, después de que su nombre se haya vinculado con el asesinato de la concejala carioca en el 2018. Los brasileños vieron a un presidente fuera de sí, hablando desde Riad, Arabia Saudí, en el marco de su gira por esa región.

El informativo de Globo, una cadena de televisión que libra una guerra personal con el capitán retirado, divulgó en un horario de máxima audiencia detalles de la investigación del crimen que en su momento estremeció buena parte de la sociedad y el mundo: el exoficial de la policía militar Elcio Queiroz, sospechoso del atentado, visitó pocas horas antes del crimen la urbanización donde se alojaba Bolsonaro. Para entrar, Queiroz alegó que tenía que verse con el entonces diputado y precandidato presidencial, en su propiedad, la número 55. Así lo habría explicado a los investigadores el portero del complejo de viviendas quien, además, dijo que una de las cámaras de seguridad filmó el vehículo que, en rigor, se dirigió hacia una casa cercana, la 66, que pertenece al expolicía Ronnie Lessa, señalado como el autor de los disparos que mataron a Franco y a su chófer, Anderson Gomes.

Siempre de acuerdo con Globo, el portero aseguró que fue "el señor Jair" quien autorizó que esa persona entrara. Bolsonaro ha refutado estas afirmaciones señalando que ese día, 14 de marzo, se encontraba en Brasilia en calidad de diputado. "O el portero mintió o indujeron al portero a un cometer falso testimonio o escribieron algo en investigación que el portero no leyó y firmó. ¿Cuál es la intención? Siempre la misma, todo el tiempo están encima de mi familia, de mis hijos y de quien está próximo a mí", ha manifestado sin poder contener su enojo.

Además, el excapitán ha descargado su ira contra el gobernador de Río, Wilson Witzel, quien según la revista sensacionalista 'Veja', facilitó la filtración de informaciones que se encuentran bajo secreto de sumario. "Gobernador Witzel, usted fue electo gobernador solo porque se quedó todo el tiempo pegado a Flavio Bolsonaro, mi hijo", le ha reprochado. El presidente cree que ahora conspira en su contra porque aspira a gobernar Brasil en el 2022.

PETICIÓN DE INVESTIGACIÓN

El partido Socialismo y Libertad (PSOL), al que pertenecía Marielle Franco, ha reclamado una audiencia "inmediata" con el presidente del Tribunal Supremo de Brasil, José Antonio Dias Toffoli. "Exigimos esclarecimientos inmediatos. Las informaciones de hoy son muy graves. Brasil no puede convivir con cualquier duda sobre la relación entre un presidente de la República y un asesinato", ha señalado la formación de izquierdas.

El diario paulista 'Folha' ha informado, por su parte, que Bolsonaro le ha pedido al ministro de Justicia, Sergio Moro, que instruya una nueva declaración testimonial del portero. En medio de su enfebrecido discurso del martes por la noche, el capitán retirado ha amenazado con no renovar la concesión de Globo por acosarlo. El gesto ha sido equiparado con el que tuvo en el 2006 el venezolano Hugo Chávez cuando permitió, sobre la base de la caducidad de una licencia, el cierre del canal RCTV por considerarlo golpista. Pero, además, la ultraderecha quiere desde su llegada al poder que TV Record, del evangelismo más conservador, se convierta en la principal emisora televisiva de ese país.