Cherie Blair, la mujer del premier británico, que ya en el pasado recurrió a un estafador para adquirir pisos, vuelve a estar en apuros. Las autoridades australianas están investigando las cuentas de uno de sus actos benéficos.

El pasado febrero, Cherie Blair se embarcó en una gira por Australia con fines caritativos. Uno de esos acontecimientos fue una cena en Melbourne en la que los comensales pagaron 178 euros por cubierto, a fin de escuchar a Cherie Blair. Tras deducir gastos, los organizadores debían entregar, tal y como establecen las normas, al menos el 60% de lo recaudado a la organización Children´s Cancer Institute Australia for Medical Research. A la hora de hacer caja, sin embargo, buena parte del dinero se había evaporado y la institución dedicada a los niños con cáncer sólo recibió el 8%.