El Parlamento iraquí dio ayer el primer paso para expulsar a las tropas estadounidenses del país, en respuesta al ataque de Washington del viernes contra el comandante iraní Qasem Suleimaní, que disparó la tensión en Irak, donde las tropas norteamericanas han estado operando contra los yihadistas. El Legislativo aprobó una moción en la que solicita al Gobierno que «trabaje para acabar con la presencia de cualquier fuerza extranjera en el país» y le insta a anular «la petición de ayuda a la coalición internacional para luchar contra el Estado Islámico».

El Parlamento considera que las operaciones militares en las que participa la alianza capitaneada por Washington desde 2014 ya han concluido, después de que Bagdad declarara la victoria sobre los extremistas hace dos años. El texto también pide al Gobierno llevar a cabo «una investigación de alto nivel para conocer las circunstancias del bombardeo estadounidense e informar al Parlamento de los reultados en un plazo de siete días».

SIN CONSENSO / El acuerdo fue firmado por 168 diputados -de los 329-, todos ellos chíis, debido a la ausencia de partidos políticos kurdos y suníes, por lo que la decisión no contó con el apoyo de todas las fuerzas del hemiciclo, que mantienen diferentes posturas sobre cómo responder al ataque estadounidense en suelo iraquí. Y, aunque el texto aprobado por la Cámara baja iraquí no es vinculante para el Gobierno, es probable que el Ejecutivo la tenga en cuenta ya que el primer ministro, Adel Abdul Mahdi, pidió poco antes de la votación a los diputados que apoyaran poner fin a la presencia de tropas extranjeras lo antes posible.

Los partidos tienen visiones diferentes sobre cómo resolver la crisis. La coalición apadrinada por el influyente clérigo chií Muqtada al Sadr, Sairún, presentó una propuesta que incluye medidas como cerrar la Embajada de EEUU en Bagdad y todas sus bases en Irak, boicotear los productos de este país y «criminalizar» la comunicación con Washington. En un comunicado, Al Sadr advirtió de que si el Parlamento desoye sus peticiones, su movimiento tomará «acciones a mayor escala»

TENSIÓN EN LAS BASES / Por su parte, Kata’ib Hizbulá (KH), que actúa bajo el paraguas de las milicias mayoritariamente chiíes Multitud Popular, llamó a las fuerzas iraquíes a que se alejen de las bases estadounidenses a una distancia de al menos un kilómetro a partir de este domingo.

Estos batallones, que supuestamente reciben el apoyo de Irán, son acusados por Washington de perpetrar los ataques contra intereses estadounidenses en suelo iraquí. Citando esos ataques, la coalición internacional anunció hoy la suspensión de sus actividades de apoyo y entrenamiento de las tropas iraquíes para concentrarse en la protección de las bases donde se encuentran desplegadas sus fuerzas.

Ahora, el Ejecutivo iraquí es el que tendrá que aplicar la decisión y su primera acción ha sido enviar una queja formal a la ONU para que condene los ataques y agresiones de EE.UU» y los considere una «grave violación de la soberanía iraquí».