Un portavoz de las Fuerzas de Seguridad iraquíes ha reconocido que no eran suficientes las medidas de seguridad en el centro de reclutamiento militar de Bagdad en el que un atentado acabó hoy con la vida de casi 50 personas.

"Las medidas de seguridad adoptadas en (el centro de reclutamiento) en comparación con el número de voluntarios que se habían presentado no eran suficientes", declaró a la prensa el portavoz del centro de operaciones de Bagdad, el general Qasem Ata.

El general Ata admitió que no se había tenido en cuenta la cantidad de reclutas que iban a presentarse a las pruebas de ingreso en el Ejército y que el lugar en el que fueron convocados no era adecuado como "centro de voluntariado y de agrupación de ciudadanos".

Al menos 48 personas murieron hoy y 121 resultaron heridas en un atentado suicida perpetrado contra un centro de reclutamiento en el barrio de Bab al Muazam, en el centro de Bagdad, según fuentes de la policía.

Según estas fuentes, algunos heridos, cuyo número no precisaron, aún continúan en estado grave.

Sin embargo, el portavoz del centro de operaciones de Bagdad declaró a la prensa que, según informes del Ministerio de Sanidad, las víctimas mortales ascendían a 39 y la de heridos a 57.

En un primer momento, el Ministerio de Defensa había informado de la muerte de 41 personas y de que 102 habían resultado heridas en este atentado perpetrado por un suicida con un cinturón de explosivos.

Este es el atentado más sangriento ocurrido en Irak desde el pasado 18 de julio, cuando 43 personas murieron y otras 40 resultaron heridas en un ataque contra miembros de las milicias pro gubernamentales Consejos de Salvación, en el pueblo de Al Balesem, al suroeste de Bagdad.

El suceso de hoy es el último de una serie de ataques que se han intensificado coincidiendo con la retirada de las tropas de combate estadounidenses de Irak y con la incertidumbre política en el país, debido a las disputas entre los principales grupos que no se ponen de acuerdo para la formación de un nuevo gobierno.