El Parlamento iraquí dio ayer luz verde a la rehabilitación de los antiguos miembros del partido Baaz, la todopoderosa fuerza política de la dictadura de Sadam Husein, que podrán a partir de ahora recuperar sus puestos de trabajo en la Administración del Estado. La aprobación de este proyecto de ley supone un paso importante en el camino hacia la reconciliación nacional y responde al deseo de EEUU de facilitar al máximo la incorporación de los grupos sunís al siempre tortuoso proceso político iraquí.

La ley afecta a miles de antiguos burócratas, desde profesores hasta empleados de empresas públicas, incluso a miembros del Ejército. Así se pone fin a la política de persecución y ostracismo a la que se condenó a la comunidad suní tras la caída de Sadam. Fue durante el mandato del virrey estadounidense Paul Bremer cuando se penalizó a todos los funcionarios del partido Baaz. También se disolvió el Ejército del dictador, lo que contribuyó a alimentar las filas de la insurgencia. Los grupos de la resistencia están formados, principalmente, por antiguos miembros del Baaz y del desmantelado Ejército del antiguo régimen.

Para que entre en vigor la normativa debe ser ahora sancionada por el Consejo Presidencial, formado por el presidente y los dos vicepresidente del país, lo que se espera que produzca en los próximos días. La denominada ley sobre la justicia y la transparencia era una de las reivindicaciones de los sunís. El texto establece un comité especial que se encargará de estudiar las solicitudes y determinará quiénes pueden beneficiarse de ella.

RESTRICCIONES A la ley no pueden acogerse todos. Excluye a aquel que esté acusado de haber cometido crímenes durante la dictadura o a lo largo del periodo de transición política. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, los miembros de la milicia fedayín que creó Udai, uno de los hijos de Sadam. Tampoco se pueden acoger a ella los funcionarios que ocuparon altos cargos directivos. Entre los beneficiarios, algunos tendrán derecho a una pensión, pero en este caso no podrán optar a un empleo en la Administración.

El presidente de EEUU, George Bush, de gira por Oriente Próximo, aplaudió ayer la medida aprobada por el Parlamento iraquí. "Es un paso importante para la reconciliación", dijo. "Es importante que los dirigentes de este país entiendan que deben trabajar juntos", añadió. Los diputados, tanto los chiís --la mayoría en la Asamblea Nacional-- como los kurdos y los sunís, votaron por unanimidad la normativa a mano alzada, aunque solo estuvieron en la Cámara 143 de los 275 parlamentarios.

El proyecto, presentado el año pasado al Parlamento por el primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki, tuvo el apoyo del presidente del país, el kurdo Jalal Talabani. Los radicales chiís, liderados por Moktada al Sadr, siempre se han opuesto por considerar prioritario compensar antes a las víctimas de la dictadura.