La negra sombra de los dos recientes años de luchas intestinas entre milicias religiosas y atentados diarios regresó ayer a Irak. Al menos 60 personas perdieron la vida en dos explosiones simultáneas realizadas por dos mujeres suicidas y acaecidas en las proximidades de un mausoleo sagrado chií en Bagdad, deflagraciones que sucedieron 24 horas después de que otros dos kamikazes sembraran el terror en Bagdad y en Muqdadiya, causando más de 70 muertos.

Una de las terroristas iba acompañada de un niño de cinco años. El de ayer fue el atentado más sangriento que ha tenido lugar en la capital iraquí en un año. Al menos otras 125 personas resultaron heridas en las explosiones, que tuvieron lugar en el mausoleo del Imán Mussa al Kadhim, en el barrio chií de Kadhimiya. La mayoría de los muertos y heridos eran peregrinos chiís. Según la policía, los atacantes se aproximaron a las dos puertas del mausoleo, que contiene las tumbas de dos importantes hombres sagrados del islam chií y que han sido un objetivo frecuente de los extremistas islamistas sunís durante la guerra sectaria del 2006 y el 2007. Los sunís consideran al chiísmo una herejía.

Los terroristas colocaron dos bolsas de cuero repletas de explosivos entre la muchedumbre en las dos puertas principales. Fueron detonadas por granadas activadas por las kamikazes a muy corta distancia. Momentos después de las detonaciones, trabajadores recogían los pedazos de cristales rotos procedentes de los escaparates cercanos.

"Mi mensaje para las sucias manos detrás de este cruel atentado es que no nos impedirá amar a los descendientes del profeta Mahoma y mostrarles devoción", dijo un superviviente desde el hospital. Estos últimos ataques coinciden con el creciente temor a un resurgimiento de la violencia en un momento en que las tropas estadounidenses de combate se preparan para retirarse de las ciudades iraquís en junio. La retirada completa se producirá a finales del 2011.

Antes de que acabe el año deben celebrarse unas elecciones legislativas que despiertan gran aprensión, ya que los partidos políticos y los grupos armados pugnarán por dominar el país, rico en petróleo. Los analistas creen que las divisiones sectarias que generaron la ola de violencia en los años 2006 y 2007 aún se mantienen, mientras que las tensiones entre árabes y kurdos por territorios en disputa podrían causar otro conflicto.

El primer ministro, Nuri al Maliki, creó una comisión para investigar las explosiones del viernes y ordenó la detención de dos comandantes iraquís responsables de garantizar la seguridad del mausoleo. El ministro del Interior, Jawad al Bolani, culpó a Al Qaeda del atentado.

FOTOGRAFIAS Por otra parte, el Pentágono publicará antes del 28 de mayo "un número sustancial" (algunas fuentes hablan de hasta 2.000) de fotos de maltratos a presos capturados en Afganistán, Irak y Guantánamo, según la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).