El fantasma de Vietnam se cierne sobre los estadounidenses, quienes, dos años y ocho meses después de la invasión de Irak, han perdido ya la paciencia con esta sangrienta guerra en Oriente Próximo y la comparan con la catastrófica derrota sufrida por Washington en Extremo Oriente. Esta presión no sólo agobia al presidente, George Bush, sino también a los miembros de su partido, los republicanos, que el martes le exigieron en el Senado un plan para "completar con éxito la misión" en Irak.

Aunque las diferencias entre las dos guerras son notables, la actitud de los estadounidenses hacia ellas es virtualmente la misma, según revela un sondeo realizado por Gallup.

En 1970, en el punto cúspide del conflicto de Vietnam, el 56% de los estadounidenses consideraban que enviar tropas a esa guerra había sido un error. Ahora, el 54% de los ciudadanos dicen lo mismo de Irak. Además, en 1970, más de la mitad de los consultados querían que los soldados fueran repatriados en el plazo de un año. Hoy, un porcentaje similar de estadounidenses se inclinan por lo mismo.

Por si fuera poco, en ambos conflictos EEUU ha empleado las mortíferas armas incendiarias, napalm en Vietnam y fósforo blanco en Irak, como admitió el martes el Pentágono. No obstante, ayer reiteró que no se empleó contra civiles, sino contra insurgentes durante el asalto a la ciudad de Faluya, hace un año.

Por otra parte, una asociación de sunís iraquís distribuyó ayer fotografías de presos iraquís que fueron torturados por las fuerzas de seguridad de su país. El presidente de Irak, Ibrahim al Yafari, admitió el martes los maltratos a 173 personas.