El régimen iraní abrió ayer una puerta a la esperanza de que el contencioso que enfrenta a Teherán con las potencias occidentales pueda resolverse por la vía diplomática. Las autoridades iranís no descartaron de plano la oferta elaborada por EEUU, la Unión Europea (UE), Rusia y China, que les fue presentada ayer por el responsable de la política exterior de la UE, Javier Solana, y reconocieron que tiene "elementos positivos". Se trata de un giro en la cerrazón total que hasta ahora habían exhibido.

"La propuesta tiene algunos elementos positivos y también algunas ambigüedades que deberían desaparecer", afirmó el principal negociador iraní en la cuestión nuclear, Ali Larijani, quien participó, junto al ministro de Exteriores, Manuchehr Motaki, en la reunión con Solana. Larijani tildó de "constructiva" la cita en la capital iraní.

En EEUU, la Casa Blanca, a través de su portavoz Tony Snow, consideró "alentadora" la respuesta iraní, aunque insistió en que Teherán debe abandonar su programa nuclear. "Si los iranís acceden a suspender el enriquecimiento de uranio, entonces podremos discutir más abiertamente los incentivos", añadió Snow. La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, se había declarado la semana pasada dispuesta a una negociación directa con Irán si el régimen islamista accedía a las demandas internacionales.

DESEO DE NEGOCIAR En Teherán, Larijani, prometió examinar a fondo la oferta y expresó el deseo de negociar. "Esperamos que, tras estudiar la propuesta en detalle, celebremos una nueva ronda de conversaciones para conseguir una solución equilibrada y lógica". "La propuesta está ahora sobre la mesa. Esperamos recibir una respuesta positiva que sea beneficiosa para ambas partes", afirmó Solana.

En conversación telefónica, Motaki aseguró a su homólogo japonés, Taro Aso, que Teherán estudiará "seriamente" los incentivos, según informó el Ministerio de Exteriores nipón.

Las potencias que elaboraron la propuesta (EEUU, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania) se han comprometido a mantener en secreto su contenido para que Teherán no se vea forzado a rechazarla, en su totalidad o en parte, para salvar la cara ante la opinión pública.

Pero, filtraciones de fuentes diplomáticas occidentales han revelado que, entre los incentivos que se ofrecen a Teherán para que suspenda su programa nuclear, figura permitirle comprar componentes aeronáuticos de la norteamericana Boeing y del consorcio europeo Airbús, así como tecnología agrícola de EEUU que hasta ahora le es vedada por la sanciones que Washington impuso al régimen iraní. Según las mismas fuentes, Teherán recibiría además apoyo internacional para poder ingresar en la Organización Mundial del Comercio Mundial (OMC).

BAJA EL PETROLEO La matizada respuesta de Teherán tuvo una repercusión inmediata sobre el precio del petróleo, que bajó más de un dólar después de haber repuntado el lunes a raíz de unas declaraciones del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, quien amenazó con cortar el flujo del petróleo del golfo Pérsico si EEUU efectuaba "un paso erróneo" respecto a Irán.