Continúa el desafío de Irán a la presión de la comunidad internacional tras el descubrimiento de que construye secretamente una planta de enriquecimiento de uranio al suroeste de Teherán. Las Fuerzas Armadas iranís realizaron ayer dos disparos de misiles de largo alcance, un día después de realizar pruebas con proyectiles de corto y medio alcance. "Todos los objetivos dentro de la región, no importa donde se hallen, estarán dentro del alcance de estos misiles", proclamó el general Hosein Salami, comandante de la Fuerza Aérea de los Guardianes de la Revolución, en alusión a Israel.

El primer disparo fue de un proyectil Ghadr-1, con una capacidad de 1.800 kilómetros. El segundo fue un Sejil, con un alcance de 2.000 kilómetros. Ambos lanzamientos forman parte de los ejercicios ordinarios Profeta-4, por lo que Teherán subraya que dichas maniobras no tienen vínculo alguno con el descubrimiento de la planta secreta de enriquecimiento de uranio en construcción en la ciudad de Qom. "La cifra cuatro significa que es el cuarto año que tales ejercicios son organizados; son ejercicios defensivos", indicó el portavoz del Ministerio de Exteriores, Hasán Ghasghavi. Pero ese argumento no satisface a la Casa Blanca, que tildó de "provocadores" los lanzamientos.