Hace pocos años, cuando estaba de plena moda aquello del "derecho de injerencia", Noam Chomsky profetizó que Estados Unidos nunca intervendría contra un país provisto de armas nucleares. Tal ocurrió con la mísera Corea del Norte, sobre la que se vertieron muchas amenazas, pero nadie osó atacar. Ahora, los iranís han tomado nota de lo ocurrido con los cercanos y viejos rivales iraquís. Cuando veas las barbas del vecino cortar... Y en consecuencia, mucho hemos de temer que cuanto más presionen los americanos, más acelerará Teherán su programa nuclear.

*Profesor de Historia.