Irán parece decidido a llevar a buen puerto el acuerdo que firmó el pasado 17 de mayo con Turquía y Brasil sobre el enriquecimiento de uranio, del que tanto desconfían las grandes potencias internacionales, y ayer notificó oficialmente dicho acuerdo a la Organización Internacional de la Energía Atómica (OEIA), la agencia de la ONU encargada de controlar la cuestión nuclear.

Una delegación dilomática iraní se reunió en Viena con el director general de la OIEA, el japonés Yukiya Amano, y le hizo entrega de una carta firmada por Ali Akbar Salehi, el jefe de la Organización de la Energía Atómica Iraní, en la que le notifica el acuerdo tripartito y detalla el compromiso adquirido para el intercambio de uranio por combustible nuclear. El encuentro duró unos 40 minutos y estuvieron presentes diplomáticos turcos y brasileños.

NEGOCIACIONES Salehi subraya en la carta que espera "una respuesta positiva" y que puedan abrirse negociaciones que conduzcan a un acuerdo escrito.

El acuerdo alcanzado entre Irán, Turquía y Brasil prevé que Irán envíe a Turquía 1.200 kilos de uranio poco enriquecido (al 3,5%) y reciba posteriormente 120 kilos de uranio enriquecido al 20%, capaz de ser usado en un reactor de investigación médica. "Esperemos que se lleve a cabo lo antes posible", afirmó el representante de Irán en la OEIA Alí Asghar Soltanieh.

Pero las potencias occidentales, convencidas de que Teherán busca obtener la bomba atómica, siguen desconfiando de sus intenciones. Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (EEUU, Rusia, Francia, Gran Bretaña y China) han consensuado un borrador de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para adoptar otro paquete de sanciones contra Irán. A disipar la desconfianza no ayuda el hecho de que el acuerdo entre Irán, Turquía y Brasil especifica que Irán mantiene el derecho a enriquecer uranio.