Agentes de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) viajarán a Irán el próximo 25 de octubre para inspeccionar la nueva planta de producción de energía atómica abierta al sur de Teherán. La existencia de la instalación fue revelada el mes pasado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que acusó entonces al régimen islamista de engañar al mundo por iniciar "de forma clandestina" la construcción del nuevo centro de producción nuclear.

El director de la OIEA, el diplomático egipcio Mohamed el Baradei, anunció la inspección de las instalaciones --situadas no lejos de la ciudad santa chií de Qom-- tras entrevistarse ayer en Teherán con el presidente iraní, el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad. "Es importante enviar a nuestros inspectores para comprobar que esta planta produce con fines pacíficos", dijo. Baradei aseguró que "no hay pruebas concretas" de que la república islámica esté buscando la capacidad para fabricar armas nucleares.

Estas declaraciones se suceden a la información aparecida ayer en el diario estadounidense The New York Times que reveló un documento confidencial de la OIEA en el que se asegura que Irán ha adquirido "suficiente información para poder diseñar y producir" una bomba atómica.

BUENA COOPERACION El presidente iraní calificó de "exitosa" y "buena" la cooperación entre Irán y el organismo de control nuclear internacional. La nueva actitud de Irán ha sido recibida con satisfacción en Washington. "Las cosas se están moviendo ahora hacia la buena dirección", dijo ayer el consejero de Seguridad Nacional estadounidense, Jim Jones.

El día 19, representantes iranís, de EEUU, Rusia y Francia discutirán en Viena la posibilidad de que un país tercero enriquezca uranio para Irán con fines medicinales.