Se puede volver a negociar. Es el mensaje que transmitieron ayer el Gobierno iraní y la Unión Europea (UE) en una jornada marcada por la reunión de urgencia de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) tras la reanudación, el lunes, de la actividad nuclear en la planta iraní de Isfahan. Desde la seguridad de los hechos consumados, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, llamó por teléfono al secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, y le dijo que tiene "nuevas propuestas e iniciativas" que hará públicas cuando todo su Gobierno tome posesión.

El mandatario iraní explicó a Annan que su país no ha hecho nada ilegal e insistió en que Teherán sólo desea dar un uso pacífico a la tecnología nuclear. Además, reiteró que la oferta de cooperación presentada por los europeos el pasado viernes es "un insulto a la nación iraní". "Nos han tratado como si fuéramos retrasados, como si viviéramos hace un siglo y nuestro país fuera su colonia", dijo.

REUNION INCONCLUSA La conversación entre ambos tuvo lugar antes de que comenzara en Viena la cumbre de la AIEA, que terminó sin conclusiones y se reanudará hoy. Sin embargo, a la salida de la reunión, el negociador iraní Sirus Naseri dijo que su país está dispuesto a volver a negociar con la troika europea --Francia, Alemania y el Reino Unido-- "si no existen condiciones previas y si las negociaciones tienen lugar en una atmósfera de buena fe".

Los ministros de Asuntos Exteriores de España, Miguel Angel Moratinos, y Francia, Philippe Douste-Blazy, también coinciden en que es posible resucitar la negociación. "Creemos que el acuerdo de París todavía es salvable", señaló el responsable francés tras almorzar con Moratinos en Biarritz (Francia). El ministro español, por su parte, dijo que espera "una solución que dé margen a la negociación" y exhortó a las autoridades iranís a que "reflexionen y acepten la oferta europea".

De la buena disposición de las dos partes se hizo eco el director de la AIEA, el egipcio Mohamed el Baradei, que dijo que "lo importante es volver al proceso de negociación". "Espero que esta situación sea sólo un hipo en el proceso y no una ruptura permanente", agregó. Baradei instó al régimen de Teherán a "suspender voluntariamente" las actividades nucleares.

CAUTELA DE WASHINGTON En Estados Unidos, el presidente George Bush reaccionó con cautela a los gestos de Teherán, tachó de "positiva" la actitud iraní, pero volvió a amenazar al régimen iraní con llevar el caso al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.