El Gobierno irlandés aprobó ayer un presupuesto para el 2020 con una partida especial de 1.200 millones de euros que se destinarían a frenar el impacto económico que tendría un brexit duro. «El brexit es el riesgo más urgente para nuestra economía. Estoy anunciando un gasto total de 1.200 millones de euros, excluida la ayuda europea, para cumplir con el brexit», detalló el ministro de Hacienda, Paschal Donohoe, en el Parlamento. Y especificó que en caso de recurrir a esta partida, se inyectarían 650 millones en sectores clave como la agricultura o el turismo.

Una salida de la UE sin acuerdo restablecería las fronteras físicas entre Irlanda, miembro de la UE, e Irlanda del Norte, provincia del Reino Unido, y podría afectar a decenas de miles de trabajadores irlandeses y hundir el PIB del país en un 6%, según datos del Ejecutivo.

El Gobierno irlandés advirtió de que el crecimiento económico podría casi detenerse el próximo año, poniendo en riesgo hasta 80.000 empleos, si Gran Bretaña se cae del bloque. Políticamente, el regreso de las fronteras también amenazaría los acuerdos de paz con Irlanda del Norte.

Por otra parte, la líder del probritánico Partido Democrático Unionista (DUP) de Irlanda del Norte, Arlene Foster, consideró ayer que sería una «locura» mantener a la provincia en la unión aduanera tras el brexit, como quiere la UE.