El movimiento islamista palestino Hamás rechazó ayer las acusaciones del informe de la ONU que le atribuye la comisión de crímenes de guerra durante el conflicto desatado por la ofensiva israelí en la franja de Gaza, en diciembre del 2008 y enero del 2009. Hamás respondió presentando a Naciones Unidas otro informe de 52 páginas en el que sostiene que la muerte de tres civiles israelís en ataques con cohetes fue un accidente y que la acción iba dirigida a objetivos militares.

La organización internacional de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) declaró la semana pasada que la alegación de los islamistas de que sus ataques con cohetes no son crímenes de guerra es "objetivamente y legalmente incorrecta". HRW, que también ha denunciado la conducta del Ejército israelí en el conflicto, afirmó que "cientos de cohetes llovieron sobre áreas civiles de Israel en las que no había instalaciones militares".

Al menos 1.387 palestinos y 13 israelís murieron durante la ofensiva en Gaza, que Israel lanzó para poner fin a los ataques contra su territorio con cohetes procedentes de la franja.