El movimiento islamista marroquí Justicia y Caridad (Al Adl Wal Ihsan) ha criticado el método "individual" de la reforma constitucional que propuso este miércoles el rey Mohamed VI, y ha reivindicado una asamblea constituyente como primera condición para una Carta Magna democrática.

El portavoz de esta organización islamista, prohibida en Marruecos, Fath Alah Arsalan, ha lamentado que "la reforma de la Constitución se atribuya a una comisión cuyas condiciones de trabajo son predeterminadas y cuyos resultados ya están decididos".

Ha añadido que lo anunciado por el monarca "muestra la ausencia de la voluntad de un cambio real y se basa en promesas y esperanzas que ya han tenido múltiples precedentes en los intentos de calmar la ira popular".

EL PRIMER MINISTRO, REFORZADO

Arsalan ha agregado que "la demanda básica es una asamblea constituyente que surja del pueblo en la forma, el contenido y la composición, y que se produzca un cambio constitucional fundamental en el marco de un acuerdo de todos los componentes del pueblo marroquí, sin exclusión".

Mohamed VI anunció este miércoles el establecimiento de una comisión que iniciará una profunda reforma de la Constitución que incluye, entre otros cambios, reforzar la figura del primer ministro como "presidente de un poder ejecutivo efectivo" y ampliar las atribuciones del Parlamento.

Justicia y Caridad, organización dirigida y controlada por el jeque Abdeslam Yasin, es la mayor cofradía religiosa marroquí y pretende reislamizar a la sociedad de este país, con especial énfasis en la espiritualidad. Esta organización ha sido uno de los principales movimientos que apoyaron las protestas juveniles del 20 de febrero en Marruecos.