Docenas de insurgentes somalís irrumpieron ayer en el puerto de Haradheere en busca del grupo pirata responsable del secuestro del petrolero Sirius Star , con 25 tripulantes y dos millones de barriles de petróleo a bordo. "Arabia Saudí es un país musulmán, y secuestrar a un barco (de esa nacionalidad) es un delito mayor que (secuestrar) a otros buques", dijo a Reuters el jeque Abdirahim Isse Adow, portavoz islamista somalí.

Los líderes islamistas somalís rechazan las acusaciones de que están aliados con los corsarios del mar, y sostienen que acabarán con la lacra de la piratería si consiguen hacerse con el poder. Para demostrar su buena voluntad, citan como ejemplo el breve periodo de tiempo en el que gobernaron el sur del país en el 2006. "Haradheere se encuentra en estos momentos bajo nuestro control y vamos a hacer algo acerca de ese barco", subrayó el portavoz.

Somalia carece de gobierno central efectivo desde 1991, cuando el dictador Mohamed Siad Barre fue depuesto poco antes de la primera guerra del Golfo. La captura del Sirius Star ha desatado el pánico por sus repercusiones en el comercio mundial.

Por otro lado, la India se plantea también enviar más buques de guerra a la zona del golfo de Adén para mejorar la seguridad.