Las autoridades israelíes criticaron con dureza la directiva anunciada hoy por la Unión Europea que prohíbe cualquier financiación, cooperación o concesión de ayudas y becas a residentes en las colonias judías en Cisjordania y Jerusalén Este.

La mayoría de las fuerzas políticas y miembros del Gobierno consideran que la decisión comunitaria supone un espaldarazo a los palestinos que les hará más reacios a reanudar las negociaciones de paz.

El ministro de Finanzas y jefe de la segunda fuerza política de Israel, Yair Lapid, calificó la decisión comunitaria de "miserable" y aseguró que es "otra más en una larga línea de decisiones que aislan a Israel", según el digital "Ynet".

"Cada día que Israel no se compromete en conversaciones de paz es un día en el que nuestro estatus internacional es dañado. Sin embargo, esta es una decisión miserable, que se ha tomado en un muy mal momento y que sabotea los esfuerzos que (el secretario de Estado de EEUU, John) Kerry está haciendo para llevar a las partes a negociar", declaró Lapid.

La UE informó hoy de que impedirá a partir de 2014, cuando entrará en vigor el nuevo presupuesto plurianual, la concesión de subvenciones, premios y programas de financiación para entidades israelíes establecidas en los territorios palestinos ocupados.

La portavoz comunitaria de Exteriores, Maja Kocijancic, aclaró que las nuevas normas se han elaborado a raíz de una conclusión acordada en el Consejo de Ministros de Exteriores de la UE de diciembre pasado en el que los países miembros subrayaban la importancia de limitar la aplicación de acuerdos con Israel al territorio reconocido por la Unión.

Agregó que las directrices aprobadas no se aplicarán a las personas físicas, sino solo a entidades israelíes con actividades o establecidas en los territorios palestinos ocupados.

En respuesta, el titular de Inteligencia, Relaciones Internacionales y Asuntos Estratégicos de Israel, Yuval Steinitz, acusó a los Veintiocho de "doble rasero" ya que "no imponen medidas similares en el Chipre turco", según informó el digital "Times of Israel".

El ministro de Energía, Silvan Shalom, calificó la decisión comunitaria de "un nuevo palo en las ruedas de las negociaciones", mientras el viceministro de Exteriores, Zeev Elkin, aseguró que no solo "no aporta al clima de conversaciones de paz sino que, al contrario, aviva la negativa palestina a regresar a la mesa de negociación".

También fue crítica la jefa de la oposición y del partido laborista, Shelly Yajimovich, quien afirmó que "el creciente aislamiento diplomático está haciendo daño al país y al mercado y supone una amenaza estratégica no menor que la de las armas sofisticadas que nos apuntan".

Yajimovich cree "muy desafortunado" que la Unión Europea "se concentre en sanciones y prohibiciones en vez de apoyar y ayudar los esfuerzos (norte)americanos para reiniciar las negociaciones".

El diputado laborista Hilik Bar calificó la decisión europea de "errónea" y "estúpida", y consideró que "reafirma la sensación de la derecha de que Israel está bajo sitio".

Otro legislador, Ayelet Shaked, del derechista Hogar Judío, aseguró a una emisora de radio que la medida "muestra hasta qué punto los europeos están desconectados de esta región".

Asimismo, se preguntó: "¿Para qué va a entrar (el presidente palestino, Mahmud) Abás en negociaciones si los europeos hacen el trabajo por él?".

Además de restringir la colaboración con las colonias judías en Palestina y sus instituciones, la directiva europea obliga a incluir en todos los acuerdos que se firmen con Israel una indicación que explicite que no son aplicables en los territorios ocupados en 1967.

La Organización para la Liberación de Palestina aplaudió hoy la nueva directiva de la UE al considerar que con ella los Veintiocho "han pasado del nivel de las declaraciones y denuncias al de las decisiones políticas efectivas y pasos concretos".