Con consternación pero sin sorpresa, como quien temía algo así, reaccionó ayer Israel al doble atentado terrorista de Estambul. El Gobierno de Ariel Sharon lleva tiempo denunciando que las críticas a su política con los palestinos, sobre todo las europeas, son antisemitas. "La dura imagen de Israel da alas al terror verbal, el cual conduce al terror físico, como el que hemos visto en Estambul", dijo el ministro de Exteriores israelí, Silvam Shalom.

El portavoz del ministro de Asuntos Exteriores, David Saranga, vinculó el ataque, en declaraciones a Efe, al "modo sesgado" con el que la prensa presenta el conflicto de Oriente Próximo.