Uno de los líderes del ala militar de Hamás en Siria, Ezedín Esheij Jalil, de 42 años, fue ayer asesinado en el campo de refugiados de Al Zahra con una bomba lapa adosada a su todoterreno, en lo que supone un cambio en la lucha contra el terrorismo de Israel. El Gobierno de Ariel Sharon es el responsable de la acción, según confirmaron fuentes de la seguridad israelí a la edición electrónica del diario Haaretz . No obstante, el Ejecutivo israelí aún no se había pronunciado anoche de manera oficial, aunque un ministro del Gobierno, Gideon Erza, de Seguridad Pública, mostró su satisfacción por la muerte del líder palestino.

Esheij fue uno de los buque insignia de los líderes de la resistencia durante la primera Intifada palestina (1987-1993). El entonces primer ministro y titular de Defensa, Isaac Rabin, ordenó su deportación al Líbano --junto a otros 424 dirigentes de distintos movimientos-- en 1992. A Esheij se le atribuye el entrenamiento de Yehiya Ayash, activista experto en fabricación de artefactos explosivos, asesinado por Israel en el año 1996.

Uno de los dirigentes de la organización en Gaza, Muhamad Nazel, acusó a Israel de practicar "terrorismo de Estado", mientras el brazo armado de la organización en la franja (las Brigadas Ezedín al Qasam) amenazó con convertir en objetivos a los israelís en el extranjero. Sin embargo, un portavoz de Hamás en Beirut llamó a la calma y negó este cambio de política.

El ataque se produce tras la advertencia del día 5 del ministro de Defensa israelí, Saúl Mofaz, que señaló a Siria y dijo que "la creciente participación de organizaciones terroristas externas tendría consecuencias".

Además, el asesinato se da en un contexto de presión sobre Siria. Hace dos semanas, una resolución de la ONU auspiciada por EEUU conminó a Damasco a poner fin a la dominación política y militar de su vecino el Líbano, por lo que algunos analistas asumen que el ataque de ayer contó con el visto bueno de Washington. Y coincide con el cierre de las sedes de las organizaciones palestinas en Siria e incluso el corte de comunicaciones telefónicas.

PLAN DE EVACUACION DE GAZA Entretanto, en la esfera política, el Ministerio de Justicia israelí presentó a la ciudadanía el anteproyecto de ley de la evacuación de Gaza y los pagos a los colonos. El objetivo es que los israelís presenten sus comentarios antes de que sea votado en el Parlamento en noviembre. El texto incluye 150 cláusulas de cómo se llevará a cabo la retirada --cuyo costo se estima en 545,5 millones de euros-- y las compensaciones a las que tendrán acceso los colonos. Un 50% de ellos, sin embargo, se niegan incluso a hablar del plan, porque confían en que no se ejecutará.