Tres días antes de las elecciones legislativas palestinas, Israel bombardeó ayer Gaza y mató a un activista e hirió a seis palestinos más. El ataque, una respuesta al atentado suicida del pasado jueves en Tel- Aviv que se saldó con la muerte del kamikaze, no puede llegar en un momento más inoportuno, cuando las encuestas indican que Hamás y Al Fatá se disputan la victoria en unos comicios en los que la necesidad o no de continuar con la lucha armada es una de las cuestiones a debate.

El viceprimer ministro de la ANP, Nabil Shaat, declaró ayer que Al Fatá sólo formará una coalición con los partidos que estén dispuestos a negociar con Israel, lo que excluye a Hamás, que no reconoce al Estado hebreo.