El Ejército israelí ha bombardeado Gaza tras registrar lanzamientos de cohetes desde la franja, en lo que representa la noche más violenta en la frontera en más de seis meses.

El repunte de tensión que tiene lugar desde hace casi tres semanas entre las milicias palestinas de la franja de Gaza y el Ejército israelí ha tenido este jueves por la noche su punto más alto hasta ahora.

Los palestinos han lanzado cientos de globos incendiarios y explosivos, pero solo cuatro cohetes hacia Israel desde principio de mes, siempre respondidos por bombardeos de represalia israelís en el enclave, que este jueves por la noche también tuvieron lugar por décima jornada consecutiva.

Este jueves, sin embargo, han sido 12 los proyectiles lanzados desde Gaza, la mitad de los cuales han sido interceptados por el sistema de defensa antiaérea israelí, Cúpula de Hierro, mientras que el resto han caído presumiblemente en áreas despobladas, salvo algunos fragmentos de uno de ellos que han impactado de madrugada en residencias y vehículos en la ciudad de Sderot, cercana al enclave.

Israel ha respondido a estos ataques con tres bombardeos diferentes sobre objetivos del movimiento Hamás en la franja.

Primero, según ha explicado un comunicado del Ejército, ha sido un lugar de fabricación de cemento usado para la construcción de túneles, luego un complejo militar donde se montaba armamento y por último, ya entrada la mañana del viernes, una "infraestructura utilizada para actividades subterráneas" de Hamás.

El pico de este jueves por la noche llega tras un intento fallido de mediadores egipcios de devolver la calma a la frontera durante una visita a la franja esta semana.

Según analistas y fuentes palestinas, Hamás, que gobierna de facto el enclave desde el 2007, permite los lanzamientos como elemento de presión para que Israel alivie las condiciones del bloqueo impuesto sobre la población de Gaza.

Este, sin embargo, ha empeorado en los últimos días por las medidas punitivas israelís, que incluyen el cierre de la zona de pesca y del único cruce fronterizo por el cual entran productos a la franja, donde la interrupción de la entrada de combustible ha dejado a los palestinos con escasas horas diarias de electricidad.