El primer ministro israelí, Ehud Olmert y el titular de Defensa, Amir Peretz, aprobaron ayer desmantelar 27 puestos de control militar en Cisjordania, según ha revelado el viceministro de Defensa, Efraim Sne.

Sne subrayó que la decisión se refiere a la remoción de puestos de control en rutas y carreteras, es decir, barreras físicas destinadas a impedir el tráfico de vehículos palestinos en Cisjordania. La medida no estipula el desmantelamiento de puestos de control netamente militares, por los que transeúntes y vehículos palestinos son controlados por pantallas de las Fuerzas Armadas israelíes o revisados minuciosamente por los soldados.

El viceministro de Defensa agregó que el jefe del Gobierno israelí ha aprobado también aumentar el flujo de productos y mercancías de la franja de Gaza a Israel.

Olmert se reunió en la tarde de ayer con Peretz y altos mandos de la seguridad israelí para analizar una serie de medidas destinadas a aliviar la situación de los palestinos, tras su reunión del sábado con el presidente palestino, Mahmud Abás.

El ministro de Defensa israelí presentó en la reunión celebrada ayer en la Oficina del primer ministro en el Parlamento israelí (Kneset) un paquete de medidas para mejorar las condiciones de la población palestina. Entre ellas, que se desmantelen barreras físicas y puestos de control en las carreteras de Cisjordania, que se facilite la transferencia de productos y mercancías desde y hacia la franja de Gaza, que se agilice la circulación de vehículos palestinos y se concedan permisos a personalidades, empresarios, personal médico y organizaciones internacionales.

NUEVOS ENFRENTAMIENTOS Pero a pesar de estos avances en el ámbito político, ayer volvieron a producirse enfrentamientos armados. Por una parte, milicianos palestinos dispararon uno de sus cohetes Al Kasam contra la ciudad israelí de Ashkelón y causaron daños en lo que fuentes policiales describieron como "un objetivo estratégico".

El impacto del cohete, el tercero disparado ayer desde el norte de la franja autónoma de Gaza, bajo control de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y sus fuerzas de seguridad, no causó víctimas. En Ashkelón opera una de las plantas de electricidad de Israel, que abastece parte de la energía a la población de Gaza, donde la aviación israelí destruyó la principal planta palestina el pasado 28 de junio tras la captura del soldado Guilad Shalit por comandos de tres facciones de milicianos.

Las autoridades, a fin de evitar proporcionar información reservada a los palestinos, no indicaron cuál fue el objetivo estratégico que impactó el cohete.

Los milicianos palestinos, que el pasado 26 de noviembre ofrecieron un alto el fuego a Israel por medio de su presidente Mahmud Abás, quien a su vez lo pactó con el primer ministro israelí, Ehud Olmert, dispararon alrededor de 60 de esos cohetes. Los atacantes explican sus disparos por el hecho de que la tregua no es respetada por Israel también en el territorio ocupado de Cisjordania, aunque esta zona no estaba incluida en ese pacto.

Mientras, fuerzas del Ejército israelí arrestaban a un destacado dirigente de los Comités Populares de la Resistencia en el norte de Cisjordania, informaron fuentes locales palestinas y militares israelíes. Se trata de Yaser Nazal, líder de la facción A-Naser Salah A-Din de los Comités Populares en el norte de Cisjordania, quien fue detenido junto a otros siete palestinos en la localidad de Kabatia, próxima a la ciudad cisjordana de Jenín, dijeron fuentes de la zona. Nazal fue en el pasado un destacado dirigente de Al-Fatah, pero se pasó a los Comités Populares hace varios meses, según las fuentes palestinas.