Bajo ningún concepto prisioneros con sangre en sus manos serán liberados". El primer ministro israelí, Ariel Sharon, fue claro respecto a que su Gobierno no va a decretar una amnistía general de presos palestinos, como exigen desde el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Abu Mazen, hasta las facciones radicales, lideradas por Hamas. El Gobierno israelí aprobó ayer unas estrictas condiciones de liberación de presos que no satisfacen a los palestinos, quienes advierten de que la tregua está en peligro si Israel no cede en este asunto.

Por 13 votos a favor y 8 en contra y en segunda votación --la primera acabó con empate a 10 votos-- el Consejo de Ministros israelí aprobó los criterios elaborados por el Shin Bet (los servicios secretos) para liberar a prisioneros palestinos. Según el informe, no serán puestos en libertad aquellos detenidos con delitos de sangre (es decir, que hayan participado u ordenado ataques en Israel y en la franja de Gaza y Cisjordania), ni militantes de grupos como Hamas y la Yihad Islámica ni aquellos que puedan continuar con sus actividades de resistencia contra la ocupación israelí una vez excarcelados.

CRITERIOS DRACONIANOS

Unos criterios considerados draconianos por los palestinos y que dejan la cifra de excarcelaciones en varios centenares de personas --la radio israelí hablaba ayer de unos 400--, muy pocos para la ANP, teniendo en cuenta que se calcula que el número de prisioneros oscila entre los 5.000 y los 9.000. Según la prensa israelí, unos 2.000 detenidos están acusados de delitos de sangre, 720 militan en Hamas, 344 en la Yihad Islámica y 136 en el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP). Todos ellos no serían candidatos a la liberación.

El Consejo de Ministros no precisó el número exacto de prisioneros que serán liberados ni cuándo empezará la excarcelación. Además, el proceso de puesta en libertad puede verse alargado por el sistema judicial israelí, como ya está sucediendo con la evacuación de los enclaves de colonos. El fiscal general, Elyakim Rubinstein, exigió al Gobierno que haga público el nombre de los liberados con 48 horas de antelación para que las familias de víctimas puedan apelar al Tribunal Supremo.

ENTRE DOS AGUAS

Sharon, pues, nada entre dos aguas, ya que por un lado se encuentra una gran oposición interna a la liberación y por el otro la defiende como medida para fortalecer a Abu Mazen y que éste pueda así combatir a los grupos radicales. Pero los criterios aprobados no satisfacen a nadie entre los palestinos.

Según fuentes palestinas, el responsable de seguridad de la ANP, Mohammed Dahlan, pidió ayer en persona al ministro israelí de Defensa, Shaul Mofaz, con quien se reunió en Jerusalén, que Israel anule los criterios de liberación de los presos.