Con la ofensiva militar en Gaza finalizada, la comunidad internacional se esfuerza en consolidar la tregua y, al mismo tiempo, presiona a Israel para que abra los pasos fronterizos con la franja. Israel, por su parte, se ha marcado ahora el objetivo de conseguir la liberación de Gilad Shalit, el soldado secuestrado en junio del 2006 por un comando palestino en las proximidades de Gaza, en territorio israelí, que desde entonces se encuentra en manos de Hamás. El Gobierno israelí ha hecho saber que condiciona el fin del bloqueo de la franja a la liberación de este rehén.

"Os lo digo claramente; al margen del tránsito de la ayuda humanitaria, no habrá pasos fronterizos abiertos sin Gilad Shalit", afirmó el ministro del Gabinete de Seguridad Binyamin Ben-Eliezer en la radio del Ejército. En términos similares se pronunció la titular de Exteriores, Tzipi Livni.

CANJE DE RECLUSOS Israel parece, además, estar dispuesto a flexibilizar sus posiciones acerca de un hipotético intercambio de prisioneros con Hamás para obtener la libertad del soldado secuestrado. En negociaciones anteriores, Hamás pidió la excarcelación de 1.400 presos, incluidos 450 miembros destacados del movimiento islamista. El Gobierno israelí no aceptó entonces algunos de los nombres incluidos en la lista pero, tras la ofensiva militar, esto puede haber cambiado. "Hay una sensación de que ahora podemos flexibilizar nuestro criterio, ya que el beneficio que obtendría Hamás queda más que compensado por el daño inflingido en Gaza", afirmó un responsable de la seguridad israelí.

Algo parecido insinuó ayer a los periodistas el propio primer ministro, Ehud Olmert. "Creo que la operación militar en Gaza ha creado una dinámica susceptible de acelerar el retorno de Gilad Shalit. Pero no entraré en detalles", afirmó. El hecho de que el Ejército hebreo no lograra, en 22 días de ofensiva, rescatar al soldado suscitó todo tipo de críticas en Israel.

PEOR PERSPECTIVA El negociador israelí, Amos Gilad, regresó ayer a El Cairo para continuar las conversaciones sobre la tregua y tenía la intención de poner sobre la mesa el caso de Shalit y el posible intercambio de presos. Pero un funcionario palestino cercano a la negociación señaló que la ofensiva militar israelí ha empeorado las perspectivas de un intercambio. "¿Quien sabe ahora dónde está Shalit, después de lo ocurrido?", afirmó el funcionario.