El primer ministro de Israel, Ehud Olmert, calificó hoy de "guerra" los enfrentamientos entre el Ejército israelí y los milicianos palestinos de Gaza, donde se registra desde hace tres días la peor escalada armada desde que Hamás controla la Franja.

Según el jefe de urgencias del hospital Shifa de la ciudad de Gaza, Moaweia Hasanein, las últimas víctimas de la espiral bélica son tres milicianos de la Yihad Islámica, cuyo vehículo fue alcanzado a primera hora de la noche por el disparo de un avión de las Fuerzas Armadas de Israel, en uno de los llamados "asesinatos selectivos". Con anterioridad, otro ataque del mismo tipo había costado la vida a media tarde a un miliciano y a su mujer, cuyo automóvil recibió el impacto de la aviación israelí cuando circulaba por el campamento de refugiados de Yabalia, en el norte de la Franja.

Hasanien precisó que con estos dos ataques se eleva a 27 el número de civiles y militantes muertos en las últimas 72 horas por ataques israelíes en este territorio palestino, un recuento mortal que no tiene precedentes desde que los islamistas del movimiento Hamás tomaran el poder en Gaza el pasado junio.

Las operaciones militares israelíes se produjeron en respuesta al lanzamiento por milicianos palestinos de cohetes artesanales Kasam contra el sur del Estado Judío, donde no se ha informado de que hayan causado muertos ni heridos de consideración. Según la Radio Pública de Israel, a media tarde se había contabilizado el lanzamiento a lo largo del día de 30 de esos cohetes artesanales contra poblaciones israelíes cercanas a Gaza. La fuente precisó que la población mas castigada fue Sderot, donde miles de vecinos han abandonado sus casas y se han producido manifestaciones para pedir al primer ministro israelí, Ehud Olmert, que ordene una invasión terrestre de carácter masivo en la Franja para detener "la lluvia" de proyectiles.

Los milicianos de la Yihad Islámica eran quienes hasta ahora se responsabilizaban del disparo de Kasam, pero desde el inicio de la actual escalada el pasado martes, con una incursión militar israelí que causó 19 muertos, también los activistas de Hamás se han sumado al lanzamiento de ese tipo de cohetes. "En el sur hay una guerra y no terminará hasta que terminemos con los terroristas que atacan diariamente a nuestros ciudadanos", afirmó a primera hora de la tarde Olmert en un discurso ante un grupo de empresarios en Tel Aviv. "No tenemos una fórmula mágica" para impedir el disparo de los proyectiles que disparan desde Gaza, admitió Olmert, quien confirmó el anuncio realizado el miércoles por su ministro de Defensa, Ehud Barak, de que se intensificarán las operaciones militares en Gaza si prosigue el lanzamiento de cohetes.

En vista de su impotencia ante los Kasam, las Fuerzas Armadas de Israel -que tratan de hallar un proyectil capaz de destruir a los artesanales antes de llegar a su objetivo-, anunciaron hoy que ha sido probado con éxito un nuevo cohete balístico. La prueba, realizada desde la base aérea de Palmahim, al sur de Tel Aviv, consistió en verificar el sistema de propulsión de los misiles que deberán interceptar los cohetes "agresores". Según medios extranjeros citados por la Radio Pública de Israel, el nuevo misil, que se desarrolla en el marco de un nuevo mecanismo de defensa conocido como "Iron Dome" (Cúpula de Hierro), podría ser cargado también con "explosivos no convencionales".

No obstante los llamamientos de Hamás y de otros grupos armados para que suspenda las actuales negociaciones de paz, el presidente palestino, Mahmud Abás, ha anunciado a través de sus portavoces que proseguirá el proceso de diálogo con Olmert, pese a que considera "una masacre" lo que ocurre en Gaza. La emisora árabe Nawa informó que Abás pidió por teléfono a la secretaria norteamericana de Estado, Condoleezza Rice -cuyo país auspicia el proceso de negociación-, que presione a Israel para poner fin a a los ataques en la Franja, cuya espiral de violencia amenaza con trasladarse a Cisjordania, el otro territorio palestino.

Según informó la policía de Israel, un civil de su país identificado como Kiryat Sefer resultó herido al ser alcanzado a primera hora de la noche por el disparo de desconocidos cuando circulaba por las cercanías de Ramala, la ciudad cisjordana donde tiene su sede el Gobierno de Abás.