Israel cumplió con su amenaza e impuso desde media tarde una zona de exclusión en el norte de Gaza en la que cualquier palestino que circule podrá ser abatido, ya sea por la aviación, la artillería o las fuerzas navales. El objetivo de la operación consiste en impedir el lanzamiento de proyectiles por las milicias palestinas contra el sur de Israel. La medida, acordada el domingo por el Gobierno de Ariel Sharon en plena precampaña electoral para las elecciones legislativas del 28 de marzo, provocó la inmediata reacción de condena del presidente palestino Mahmud Abbás, quien recordó que el Ejército israelí ya se había retirado de Gaza y que no tiene "ningún derecho" a "replantearse esa decisión".

La operación militar, bautizada como Cielos Azules, afecta a un territorio septentrional de Gaza junto a Israel, con una extensión de unos 11 kilómetros de largo por 2 de ancho. La zona estaba ocupada por tres asentamientos judíos hasta la retirada israelí de Gaza y no incluye núcleos habitados palestinos.

De momento, el Gobierno israelí ha descartado lanzar operaciones militares terrestres, y sólo empleará a la aviación, la marina y la artillería. Aviones israelís se dedicaron a lanzar octavillas para explicar a la población del norte de Gaza que debe evitar entrar en la zona de exclusión. "Quien ignore esta advertencia, está poniendo su vida en grave peligro", alerta su contenido. Sobre las seis de la tarde, tras el disparo de un proyectil Qasam desde Gaza contra el pueblo israelí de Sderot, las fuerzas aéreas respondieron con cuatro incursiones y el lanzamiento de misiles. Con este intercambio de fuego dio comienzo la aplicación de la zona de exclusión. Al margen de las escaramuzas, ayer, en Gaza, cerca de la frontera con Egipto, fueron secuestrados tres británicos por desconocidos.

La creciente tensión en la frontera sur de Israel coincide con los enfrentamientos en el límite norte. Israel realizó por vez primera en 18 meses un ataque aéreo contra una base del Frente Popular de Liberación de Palestina-Comando General cerca de Beirut, en el que sólo hubo heridos leves. El ataque fue respondido con el lanzamiento de proyectiles desde el sur libanés.