El primer ministro israelí, Ehud Olmert, anunció ayer que como "gesto de buena voluntad hacia los palestinos" propondrá próximamente a su Gobierno la puesta en libertad de 250 prisioneros de Al Fatá. Olmert reveló la iniciativa en la localidad egipcia de Sharm el Sheij, donde participó en una cumbre junto al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbás, el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, y el rey de Jordania, Abdalá II.

Los presos liberados "no deberán tener las manos manchadas de sangre" y, antes de salir de la cárcel, tendrán que comprometerse por escrito a "no volver a la violencia", dijo Olmert. En las prisiones israelís hay más de 10.000 palestinos. El movimiento Al Fatá, fiel al presidente Abbás, mantiene una dura pugna con los milicianos del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamás), que tomaron hace una semana tras duros combates el control de la franja de Gaza. Esto obligó a Abbás a formar un nuevo Gobierno de emergencia en Cisjordania y a destituir al entonces primer ministro, Ismail Haniya, líder de Hamás.

La crisis en el seno de la familia palestina ha creado una situación de caos político que amenaza con salpicar al resto de la región. Olmert prometió levantar parte de las restricciones de movimiento que pesan sobre la población palestina en Cisjordania, aunque precisó que la medida se tomará siempre y cuando Abbás muestre que es capaz de controlar la seguridad en la zona.

"NUEVA OPORTUNIDAD" En tono optimista, el primer ministro israelí aseguró que "se ha creado una nueva oportunidad para promover la paz en Oriente Próximo" y añadió que no iba a desaprovecharla. Por ello, se comprometió "a trabajar con el nuevo Gobierno palestino" e invitó a Abbás a mantener reuniones periódicas. Según el dirigente israelí, la situación mejorará para aquellos palestinos que "escojan el camino de la paz, y no el de la violencia".

Abbás reiteró a Olmert el rechazo a la violencia y al terrorismo y la aceptación del derecho de Israel a existir como Estado, aunque recordó que los palestinos también tienen derecho a reclamar un Estado independiente con Jerusalén Este como capital.

La cumbre de ayer sirvió también para que Egipto y Jordania, dos de los principales aliados de Washington en la región, escenificaran su apoyo al presidente de la ANP y su rechazo a Hamás. El Cairo y Ammán también desean que Israel reactive lo antes posible el proceso de paz.

Pero para Israel es pronto todavía para hablar de negociaciones políticas. Según aseguró ayer el portavoz el Ministerio de Exteriores israelí, Yigak Palmor, antes de reactivar el proceso de paz es necesario que los palestinos resuelvan sus problemas internos y que Abbás se gane el apoyo de toda la población palestina.

Olmert teme dar un paso en falso y no está dispuesto a extender un cheque en blanco a Abbás. "Nos esforzaremos por ayudar a la ANP, pero con prudencia y control", aseguró el primer ministro israelí poco antes de llegar a Sharm el Sheij. El pasado fin de semana, Israel accedió a desbloquear los fondos palestinos que mantenía congelados desde que Hamás ganó las elecciones legislativas en enero del 2006. Unos 400 millones de euros serán entregados de forma gradual a la ANP.

VIDEO EN INTERNET Mientras, Alan Johnston, el periodista de la BBC secuestrado en Gaza en marzo apareció la pasada madrugada en un vídeo, difundido por internet, con un cinturón supuestamente lleno de explosivos. Visiblemente consternado, Jonhston implora a Hamás y al Gobierno británico a negociar las condiciones de su liberación y advierte de que sus captores "dicen que harán estallar los explosivos" si se produce un intento de liberarlo por la fuerza.